Historia del reencuentro de una osa hormiguera que llevaba perdida más de un año


Tota es una hembra adulta de oso hormiguero que fue donada por la provincia de Salta en el 2007 para que pudiera ser liberada en la reserva de Iberá. Después de pasar por la fase de cuarentena y de aclimatación in situ, la hembra fue liberada de manera definitiva en agosto del 2008, dotada de un radiotransmisor como el resto de los osos liberados por el proyecto. Este animal fue seguido sin problemas durante tres meses hasta que un día perdimos totalmente su señal de radio. No sabíamos nada de ella, y lo único que podíamos hacer es especular con que se hubiera estropeado su transmisor, que alguien la hubiera capturado para llevársela lejos del Iberá o que se hubiera desplazado a un lugar lejano donde no podíamos captar su señal de radio. Para desmentir este último punto, realizamos sobrevuelos destinados a ubicar la señal del animal en áreas relativamente lejanas a su área de campeo previa. Después de varios meses de no saber nada de ella, muchos de los miembros del equipo dábamos a Tota por perdida.

Pero esta situación cambió cuando a finales de noviembre de este año recibimos una llamada de una estancia amiga informándonos de que les habían llamado de un campo cercano a la reserva de Iberá para decirles que habían visto un oso hormiguero. La mayoría de estas noticias suelen terminar en relatos infundados o en avistamientos de osos meleros que son confundidos con su pariente de mayor tamaño. De todos modos dos técnicos del proyecto acudieran a la zona a hablar con la gente local, quienes confirmaron la historia, describieron con claridad a la especie y añadieron el detalle que el oso llevaba "un cableado con un aparato encima". Todo esto hizo pensar a los técnicos que no sólo se trataba de un oso hormiguero auténtico sino que seguramente se referían a Tota, nuestra osa perdida, que ahora estaba totalmente fuera de la Reserva de Iberá a unos 50 km del lugar donde fue liberada.

Para comprobar esto, Ricardo Quintana y Yamil Di Blanco, piloto y biólogo de CLT respectivamente,volaron sobre la zona en busca de la señal de radio de la osa. Y la encontraron al fin. Con la ubicación precisa del animal  se organizó rápidamente un operativo de rescate del animal para llevarlo de nuevo a la reserva junto con los otros osos liberados en ésta.A pesar de las difíciles condiciones de acceso a los campos como resultado de semanas de lluvias, dos veterinarios y un biólogo del proyecto lograron ubicar y capturar al animal, contando siempre con la ayuda desinteresada de las personas que viven en el campo. Lo primero que llamó la atención de los técnicos cuando observaron a la osa fue su peso, que estaba en 44 kg, lo que indicaba que había engordado significativamente desde la última vez que había sido pesada.

Esto fue una excelente noticia, ya que el animal seguramente llevaba meses viviendo fuera de la reserva y no sólo había logrado sobrevivir, sino que también había ganado peso.El otro dato que llamó la atención es que el radiotransmisor estaba tan gastado por el paso del tiempo que el arnés estaba prácticamente roto y la señal que emitía era sumamente débil. Es probable que si no hubiéramos encontrado al animal ahora ya no hubiéramos sido capaces de ubicarlo unas pocas semanas después. Además, la osa se encontraba a menos de 500 metros de un puesto donde vivían más de una decena de perros, lo que implicaba una situación sumamente peligrosa teniendo en cuenta la cantidad de osos que mueren en peleas con estos animales y sus dueños.

De este modo, Tota volvió a la Ea. Rincón del Socorro después de más de un año de ausencia. La osa fue mantenida en un corral de aclimatación durante unas semanas para colocarle un nuevo arnés transmisor, y finalmente fue liberada de nuevo en el interior de la reserva, justo en un área que suele ser frecuentada por Preto y Arandú, dos machos adultos de la especie. Esperemos que pronto pueda juntarse con uno de éstos para así contribuir al incremento de la población reintroducida de la especie.Finalmente queremos agradecer el apoyo del personal de los campos donde fue encontrada la osa. Ellos evitaron que algunas personas mataran al animal cuando lo vieron por primera vez, nos avisaron de la presencia de la osa, facilitaron la entrada a sus campos e incluso prestaron el apoyo de una carreta para poder sacar al animal de una zona que resultada inaccesible para nuestra camioneta.

Fuente: The Conservation Land Trust



04 de Enero de 2010

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