Tandil: COA Águila Mora homenajeó a Juan Carlos Chebez


El Grupo de Aves Tandil homenajeó, con motivo de su natalicio, a Juan Carlos Chebez mediante la plantación de un árbol nativo en el Grupo de Aves, Aguilamora, de Tandil planto un Tala en El Sendero Pampa cerca a la Universidad de Tandil.

Las Palabras de Carlos Montefusco
La primer referencia que tuve acerca de Juan Carlos, fue un documental, de la serie de canal trece, "La aventura del hombre" donde aparecía un muy joven y flaco naturalista, que guiaba con una gran "pasión" a los documentalistas por los húmedos y fríos bosques de la Isla de los Estados. Fue esa gran "pasión" que transmitía, lo que más llamó mi atención. Quise imitarlo, pero no me animé. Para mí, ese fue el gran mensaje de Juan Carlos, encarar la vida con pasión. En el caso de él, en particular, encaró su esfuerzo hacia la conservación de la naturaleza, y no lo hizo hacia una sola especie, sino, como debe ser, apuntando a la preservación del ecosistema todo, integrando además, a las comunidades humanas que conviven con la naturaleza amenazada. Lamento mucho su partida. Sobre todo, porque después de muchos años, en que deseaba conocerlo, tuve la suerte de que viniera a mí. Nació una muy linda amistad, abonada por tantos puntos de contacto.
En nuestras charlas, vislumbramos muchos proyectos juntos, que ahora no podrán ser.
¿O... si podrán ser?, ¿porqué no?, acaso, como dije antes, ¿no fue la "pasión" el mejor mensaje que Juan Carlos nos dejó?
Animémonos como el, sigamos su ejemplo. Creo firmemente, que con otros diez Chebez, la naturaleza argentina estará salvada.


Te recordaré por Patricia De Gregorio leido por Jacobo Oberman
Con las primeras luces del alba,
te recordaré.

Cuando el otoño desnude los árboles,
te recordaré.

Cuando un manto de rocío cubra el jardín,
te recordaré.

Cuando, en primavera, las plantas muestren sus jóvenes brotes,
te recordaré.

Cuando el zorzal anide en el laurel,
te recordaré.

Cuando el pico del benteveo repiquetee en el tendedero,
te recordaré.

Cuando el sol del verano brille con toda su intensidad,
te recordaré.

Cuando bandadas de golondrinas invadan los cielos,
te recordaré.

Cuando el jardín esté en su máximo esplendor, inundado de variados colores,
te recordaré.

Cuando el néctar de las flores atraiga al colibrí,
te recordaré.

Cuando huela el perfume de las rosas,
te recordaré.

Cuando las lluvias traigan alivio del calor arrasador,
te recordaré.

Cuando la tierra esté húmeda y se asome serpenteando una lombriz,
te recordaré

Cuando el duraznero cargue sus ramas de frutos,
te recordaré.

Cuando me encuentre bajo la sombra del parral,
te recordaré.

Cuando el aroma de la albahaca entre por mi ventana,
te recordaré.

Cuando las plantas y los árboles añejos sucumban,
te recordaré.

Cuando, al ocaso, el silencio anticipe la llegada del anochecer,
te recordaré.

Cuando la luna ilumine cada rincón del jardín,
te recordaré.

Todas las obras, fragancias y sonidos de la Naturaleza,
harán que te recuerde por siempre.



14 de Noviembre de 2011

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