Ecorregiones de la Argentina III: Delta e Islas del Paraná

Autor: Juan Carlos Chebez

Esta ecorregión fue propuesta en 1999, como en el caso de la del Iberá, más bien por razones de su dinámica ecológica que por sus singularidades biológicas. Como en aquel caso se la podía considerar una especie de "gran ecotono" o más bien de "larga interfase" entre otras formaciones naturales linderas.

Por dificultades de mapeo en el mapa de las ecorregiones publicado por la Secretaría de Ambiente y Recursos Naturales (Prodia, 1999) se hizo figurar plenamente todo el Paraná Medio hasta el área de la Isla Apipé y el abanico del Delta del Paraná aunque hubo pleno acuerdo en continuar delgadas fajas difíciles de mapear en los bancos de arena e islas del Paraguay, el Teuco o Bermejo, la ribera del Plata en el norte bonaerense y el Uruguay Inferior.

Más confusa era la situación en el Uruguay Medio afectado por la presa de Salto Grande y en el embalse de Yacyretá-Apipé, dado que allí claramente los sauzales y ceibales llegaban hasta el sudeste de Misiones, es decir, hasta donde el Paraná se encajonaba con altas barrancas originalmente cubiertas con las selvas misioneras.

Se trata básicamente del valle aluvial del Paraná, el Paraguay, el Teuco o Bermejo y el Uruguay, siendo en el primero de los casos bien notable la alternancia en el sector que nos ocupa de costas altas en la margen izquierda (correntina o entrerriana), en contraste con otras bajas en el Chaco y Santa Fe. Curiosamente desde el límite de Santa Fe con Buenos Aires la costa se eleva formando las clásicas barrancas del nordeste bonaerense que obligan de ese modo a un desarrollo mayor del Delta en territorio entrerriano. Periódicamente grandes inundaciones cubren todo el valle provocando, especialmente a los isleños y a los habitantes costeros, serias inundaciones.

El Delta del Paraná, con 17.000 km2 , es uno de los más grandes del mundo y tiene como rasgo singular el de desembocar y desarrollarse sobre un estuario de agua dulce, el Río de La Plata, y no en el mar como es lo clásico. Es un amplio abanico que a modo de triángulo con vértice en Diamante, Entre Ríos, Ceibas o el sur de Gualeguaychú en la misma provincia, e islas de reciente formación en San Isidro, en la Provincia de Buenos Aires, está integrado por un sinfín de ríos, riachos o arroyos menores encerrando numerosas islas. Estas son de origen aluvional, con la única excepción de la Isla Martín García, donde un afloramiento rocoso antiguo hizo de trampa de sedimento, en los otros casos troncos arrastrados desde el norte obligaron a la deposición de sedimentos e hicieron de trampa de semillas tal como puede verse todavía en el proceso de crecimiento del Delta en su borde externo.

Comienza apareciendo un banco de arena o limo, se instala una barrera de juncos que hace de rompeolas contra la sudestada y luego aparece el aliso de río o palo bobo, que se multiplica por gemación facilitando la llegada de los sauces criollos o colorados, del ceibo con su bella flor, y del curupí. Todo esto se da en los bordes de las islas que, a grandes rasgos, van tomando la forma de un plato con un bajo o depresión en su interior ocupado por un estero o más raramente por una laguna de aguas abiertas. Es muy común que se desarrollen densos pajonales que, por lo tupidos o las hojas cortantes, son de muy difícil penetración, destacándose la paja brava, la espadaña, la cortadera o cola de zorro, la totora, el guajó o pehuajó y ya sobre el agua la saeta de río, el cucharero, el duraznillo de agua, el catay, el canutillo, muchas de las cuales poseen tallos o pecíolos inflados para asomar sobre el líquido elemento.

También en las lagunas aparecen la lenteja de agua, el repollito, los helechos flotantes y los camalotes  y hasta se ha llegado recientemente a identificar en islas del Bajo Delta formaciones de vegetación flotante entrelazada homóloga a los "embalsados" del Sistema del Iberá. En líneas generales al predominar uno u otro de estos elementos vegetales formando verdaderas consociaciones se hablará de "pajales", "espadañales", "cortaderales", "catayzales", "canutillales", etc., y lo mismo ocurre con las especies arbóreas, aunque no son raras las asociaciones de sauce, ceibo o curupí, o dos de esas especies.

Arturo Burkart, célebre botánico argentino, identificó más de treinta comunidades vegetales en esta región pero con una mirada más ecológica e integrando aspectos geomorfológicos y, de su historia pasada, diversos ecólogos, entre los que se destaca Inés Malvárez, han distinguido en el Delta un sector superior o Predelta, formado por islas alargadas de norte a sur y ubicado inmediatamente al sur de la localidad entrerriana de Diamante hasta la altura de Puerto Gaboto en Santa Fe, y donde son comunes las lagunas interiores de gran extensión y la llegada de elementos septentrionales como los bosquecillos de timbó blanco o de bañado, más bien propio del Chaco Oriental y de la boa curiyú, la ñacaniña de bañado y del yacaré overo incluso anidando.

El otro sector, que sería el más extenso, es el Delta Medio y abarca todo el sistema de islas frente a Victoria, en Entre Ríos, y las enfrentadas a San Nicolás, Ramallo, San Pedro, Baradero, en Buenos Aires. Aquí las formaciones arbóreas son más escasas y localizadas y tienen amplio predominio los pajonales palustres y algunas formaciones como los canutillales y catayzales. Es el sector que contiene las islas fiscales frente a Victoria, Entre Ríos, y las famosas islas Lechiguanas, que quedaron para la misma provincia pero que estuvieron muchos años en litigio con Buenos Aires.

El Delta Inferior incluye el tramo más externo y el frente de avance de las islas y es el más conocido turísticamente y también el que sufrió mayores transformaciones. El sector está vertebrado por los brazos en que se abre el río principal al que  se conoce como Paraná Guazú y por donde corre el límite entre las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos, flanqueados por  el Paraná Pavón, el Paraná Miní y el Paraná de las Palmas. Originalmente tenía los albardones más altos y eso favoreció primero el desarrollo de las selvas en galería, allí conocidas como "monte blanco" (ver Ecorregiones Olvidadas II), compuestas por gran diversidad de árboles, arbustos y epífitas; y luego favoreció la instalación humana ya que sólo los alcanzaban las crecientes extraordinarias y no los leves repuntes. Un sector que para algunos debería integrarse a esta unidad son los bajos de Otamendi o del Río Luján que, si bien se encuentran al sur del Paraná de las Palmas, por la proximidad del Río Luján tienen una neta influencia deltaica. Otros prefieren verlos como una ingresión pampeana o un claro ecotono o zona de transición.

La última unidad que los especialistas no dudan en incluir dentro del Delta y, por lo tanto, de la ecorregión que tratamos, aunque el tema es tema opinable, es el sector arenoso del sur entrerriano que tiene su epicentro en la localidad conocida como Médanos y que si bien hoy no es parte activa de los humedales del Delta tiene un gran valor como refugio para parte de su fauna especialmente en las crecientes. Esos arenales tienen plantas muy características, semiendémicas, e incluyen varias cactáceas estando salpicados de espinillos y hasta bosquecillos de algarrobos, por lo que algunos lo consideran más bien un ambiente emparentado con el Espinal. Esas arenas fueron las playas del viejo Mar Entrerrianense que alguna vez ocupó toda la depresión donde hoy se desarrolla el Delta y que delata su juventud. Una reliquia de esos arenales se puede admirar en el corazón de la Isla Martín García.

Fuera del Delta en todas las zonas bajas aledañas así como en las islas totalmente anegadizas de la mayor parte de su tramo medio se repiten las características ecológicas mencionadas mereciendo algún comentario el cauce del Bermejo o Teuco, río que atraviesa todo el Chaco para desagüar en el Paraguay poco antes de que este a su vez lo haga también en el Paraná. Su color rojizo o  leonado es producto de los abundantes sedimentos que arrastra desde las sierras subandinas y en todo su trayecto chaqueño donde quedan a su vez viejos cauces que el mismo activa o desactiva en las crecientes, como el Teuquito en Formosa y el Bermejito en Chaco. Además es común que corte sus propias curvas o meandros dejándolos como lagunas en forma de medialuna y que se conocen localmente como madrejones. Dominante absoluto en sus riberas aparece el aliso de río allí conocido como pájaro bobo o palo bobo y que forma en los bancos de arena tupidos "bobadales". La impronta del Bermejo en el Paraná es tal que por varios kilómetros se nota a la perfección la unión de las aguas de ambos que no logran entremezclarse. Por eso se explica el complejo sistema de islas del Paraná Medio y el desarrollo más abajo del extenso Delta del Paraná y su continua expansión.

Como rarezas desaparecidas, el Paraná en Apipé y el Uruguay en el Salto Grande, a la altura de Concordia tenían desniveles producto de afloramientos rocosos que creaban un ámbito de aguas oxigenadas y claras que eran hábitat único de especies de caracoles del género Aylacostoma y de varias especies de podostemáceas, plantas vasculares adaptadas a vivir en torrentes. En general la fauna de esta ecorregión tiene importantes adaptaciones acuáticas y escasez de endemismos o especies particulares que comparten notoriamente con las ecorregiones del Iberá, del Chaco Húmedo u Oriental y, en menor medida, de la Selva Paranaense o Misionera. No obstante podemos indicar algunas por resultar características.

A nivel de peces es la ecorregión de mayor biodiversidad del país y una de las más importantes del mundo y sin enumerar especies, que sería imposible por razones de espacio, basta indicar que en el Delta y zona de influencia se ha citado más del 50% de la ictiofauna argentina.

Entre los anfibios hay numerosas especies, destacándose por su tamaño el sapo buey que llega hasta el Delta Superior y la rana grande de las cardas que se conoce de contados registros en el Delta inferior y zonas muy cercanas del Uruguay.

Entre lo reptiles, además de las especies nombradas son frecuentes las culebras acuáticas lisa y overa y la culebra panza rosada o de los camalotes y dos especies de tortugas acuáticas.

Las aves cuentan con hábitat apropiado para alimentarse y para nidificar en colonias para el aninga, el biguá, la garza blanca, la garcita blanca, el tuyuyú y gran variedad de patos, otras garzas, cuervillos o bandurrias, jacanas, burritos, pollas o pollonas de agua, destacándose por su abundancia y tamaño el ipacaá, el carau y el chajá. Existen tres especies de martines pescadores y en los bancos de arena viven y anidan el chorlito de collar, el gaviotín chico, el atí y el extraño rayador con la mandíbula basal más larga que la superior. En cuanto a la pava de monte común, si bien en los últimos años ha mostrado en el Delta Inferior una sorprendente adaptación de las selvas en galería, que era su hábitat original, a las forestaciones preferimos sólo mencionarlas pues ya fue tratada en esa ecorregión. Los passeriformes tienen una gran variedad dada la abundancia de insectos, granos, frutos y sostenes para sus nidos así se puede ver colgando sobre el agua el nido de palos del espinero grande, en los espadañales la pajonalera pico curvo y en los cardales de Eryngium,  no sólo del Delta Inferior, sino de zonas pampeanas ribereñas, de la amenazada pajonalera pico recto. El juan chiviro, el chiví común, el celestino común, el pitiayumí, la monterita litoral y varias especies de capuchinos, varilleros y el colorido dominó se dan cita en sus variados ambientes. Pero si una especie y su nido fueran buscadas como símbolo seguramente el boyero negro merecería ese lugar.

Los mamíferos mayores tienen su máxima expresión en el amenazado ciervo de los pantanos, hoy presente sólo en el Delta Inferior y con poblaciones aisladas en los bajíos vecinos al Paraná y el Paraguay del nordeste de Santa Fe, Chaco y Formosa. El carpincho, muy buscado por su carne y su cuero,  al igual que el "quiyá" o "nutria"  y que son base del sustento de muchos isleños. Marginalmente ingresan el aguará popé u osito lavador y el yaguarundí o gato moro, pero es el gato montés con su fase melánica el carnívoro más frecuente, buscando pájaros, cuises grandes o ratas nutrias. Pero en el pasado el yaguareté era el rey indiscutido en estos parajes igual que en el agua lo era el lobo gargantilla o nutria gigante. De este último grupo nos quedó una versión menor en el esquivo lobito del río. Entre las comadrejas ingresa la habitual comadreja picaza, se encuentra a sus anchas por sus hábitos palustres la comadreja colorada y se oculta entre los claveles del aire la comadrejita trepadora chaqueña. Varios murciélagos son característicos del área o tiene allí una vía de dispersión hacia el sur. El más llamativo es el murciélago pescador grande que ha sido registrado hasta la latitud de Santa Fe, no siendo raros el murciélago leonado, el murciélago orejas de ratón, el moloso chico o litoraleño, el moloso común o murciélago cola de ratón y recientemente se ha hallado en grutas vecinas al riacho Baradero al vampiro común. Pequeños roedores característicos del área deltaica son el ratón hocico rosado isleño y el ratón del Delta conocido apenas fuera de las islas por registros de Uruguay y Punta Lara.

Esta ecorregión al tener una limitante natural tan marcada como las crecientes extraordinarias y los repuntes periódicos unida a su intrincada geografía y a su particular hidrografía con comunidades vegetales dinámicas y en permanente evolución, dificultó mayormente la ocupación y las actividades humanas lo que no quiere decir que en el pasado y aún en el presente existieran etnias y pobladores  netamente isleños que vivían mayormente de la recolección de miel, peces y otros animales, diestros conocedores de la navegación y de la construcción de viviendas con materiales rústicos, ellos fueron y son una muestra cabal que el ambiente permite cierto aprovechamiento. Más adelante, desde las ciudades y puertos costeros hubo una migración de pobladores marginados que, no teniendo oportunidad en los sitios altos, buscaron posibilidades en la pesca y la caza de subsistencia. Además del impacto de las grandes pesquerías principalmente del sábalo,, la creciente contaminación y la incursión de navegantes y pescadores deportivos fueron sumando su aporte de transformaciones.

Ninguna igualmente tan grave como la construcción del complejo Paraná Medio que anegaría con dos represas una enorme superficie en el deslinde de las provincias de Chaco, Santa Fé y Entre Ríos. De los efectos también devastadores de las represas de Yacyretá, Salto Grande y las proyectadas de Garabí y Corpus ya hicimos mención al referirnos a  las selvas en galería. En el caso particular del Delta es la actividad ganadera en el Delta Medio la de mayor impacto y la construcción del puente Rosario-Victoria que atraviesa a lo ancho todo el sector. Recientemente llegaron versiones de maquinaria agrícola pesada e incluso intentos de cultivo de soja en el área que a nuestro entender no tienen ninguna viabilidad. Este sector y parte del Delta Inferior sufrieron recientemente (2008) los efectos de grandes  quemas de origen incierto que, en virtud de la biomasa acumulada por la sequía reinante y la dirección de los vientos dominantes llenaron de una densa humareda a las ciudades de Buenos Aires, Rosario y otras intermedias. Lo más probable es que las quemazones hayan tenido su origen en abrir campos de pastoreo o provocar un rebrote más palatable con fines ganaderos. En el Delta Inferior son ya escasos y marginales los sectores naturales, pues gran parte fue transformado en recreos, quintas frutihortícolas y enormes forestaciones de salicáceas.

Ante este panorama de cosas y, si bien el delta bonaerense es desde la segunda mitad del siglo XIX un reconocido destino turístico, llama la atención lo poco que se ha hecho para su conservación. En Buenos Aires sólo son reservas provinciales la Isla Martín García y la Isla Botija y la Reserva Delta en Formación, que es más bien de carácter preventivo, para evitar desarrollos en las islas que recién afloran. La iniciativa de mayor interés sería la Reserva de la Biosfera Delta del Paraná, que cuenta con la activa participación de la Municipalidad de San Fernando, donde reside la población isleña más importante de ciervo de los pantanos. Otras reservas costeras que preservan ambientes similares son el Parque Costero del Sur, Punta Lara-Pereyra Iraola, Costanera Sur, Vicente López, Ribera Norte, Río Luján, Otamendi, Vuelta de Obligado, Ramallo y Rafael de Agiar. La única netamente isleña es la que recientemente declaró la municipalidad de Baradero con unas 2.000 ha de superficie. En Entre Ríos se cuentan el Parque Nacional Predelta con grandes chances de ampliarse con un terreno costero del ejército argentino que será adquirido por la APN (Campo Sarmiento) y que se conectaría con un proyecto de Parque Nacional en Santa Fe. También existe desde el 2003 una Reserva de Uso Múltiple Municipal de 370.000 y conocida como Islas de Victoria por depender de ese municipio. Lamentablemente la misma no se ha formalizado y cuenta con actividad ganadera. En Santa Fe existe una reserva provincial, Isla del Rico, al sur del PN Predelta y que, con un importante sector de islas vecino ha sido propuesto recientemente como el primer Parque Nacional santafesino. De concretarse conformaría una única unidad de conservación nacional con el PN Predelta. Además existe una Reserva Natural Municipal en la Isla del Sol, en Villa Constitución. Fuera del Delta propiamente dicho sólo merecen destacarse los Sitios Ramsar Laguna Oca en Formosa, de casi 16.000 ha,  Humedales Chaco con más de 500.000 ha y  Jaaukanigás en Santa Fe, de 492.000ha, que incluye dos pequeñas reservas provinciales y la Isla Apipé en Corrientes de la que sólo una parte es reserva y cuenta con dos poblados.

Si bien estas superficies pueden parecer enormes están muy alejadas de contar con un adecuado manejo y zonificación y, si bien admiten presencia humana, no son garantía de que el valle del Paraná-Paraguay esté debidamente protegido.Volviendo al Delta, a nuestro juicio, la cantidad de áreas dispersas crean una situación muy contrastante pero con algunas generalidades: la superficie insuficiente y la falta de implementación con la salvedad del PN Predelta y la Reserva Provincial Martín García y de varias de las que señalamos como marginales. En realidad el carácter de Reserva de Biosfera, Sitio Ramsar o Paisaje Protegido debería darse al total del ambiente, pues es un recurso único que no puede ser manejado con criterios dispares por cada una de las tres provincias.

El caso de los recientes incendios y el humo consecuente no dejó dudas acerca de la relatividad de las jurisdicciones y la respuesta al problema se le reclamaba a la Nación en su conjunto. Si esta propuesta que presentamos incluye como núcleo protegido cada reserva ya existente y convierte en Parque Nacional o Provincial la Reserva de Uso Múltiple Islas de Victoria, quedará conformado un sistema protegido mucho más coherente y efectivo, quedando pendiente la creación de alguna reserva en los arenales del sur entrerriano.

Especies vegetales mencionadas:
Algarrobo: Prosopis sp.Aliso de río, pájaro bobo o palo bobo: Tessaria integrifoliaCamalotes: Eichhornia spp.Canutillo: Panicum elephantipesCarda: Eryngium spp.Catay:  Polygonum spp.Ceibo: Erythrina crista-galliCortadera o cola de zorro: Cortaderia  selloana Cucharero:  Echinodorus grandiflorumCurupí: Sapium haematospermunDuraznillo de agua:  Ludwigia spp.Espadaña: Zizaniopsis bonariensisEspinillo: Acacia cavenGuajó o pehuajó: Thalia spp.Helechos flotantes: Azolla spp.Juncos: Scirpus sp.Lenteja de agua: Lemna sp., Wolffia sp.y Spirodella sp.Paja brava: Panicum prionitisRepollito: Pistia stratiotesSaeta de río: Sagittaria montevidensisSauces criollos o colorados: Salix humlbotdianaTimbó blanco o de bañado: Albizia inundataTotora: Typha sp.

Especies animales mencionadas:
Aguará popé u osito lavador: Procyon cancrivorusAninga: Anhinga anhingaAtí: Phaetusa simplexBiguá: Phalacrocorax brasilianusBoa curiyú: Eunectes notaeusBoyero negro: Procacicus solitariusBurritos: Laterallus spp., Porzana spp.Capuchinos: Sporophila spp.Caracoles de las correderas: Aylacostoma spp.Carau: Aramus guaraunaCarpincho: Hydrochoerus hydrochoerisCelestino común: Thraupis sayacaChajá: Chauna torquataChiví común: Vireo olivaceusChorlito de collar: Charadrius collarisCiervo de los pantanos: Blastocerus dichotomusComadreja colorada: Lutreolina crassicaudataComadreja picaza: Didelphis albiventrisComadrejita trepadora chaqueña: Cryptonanus chacoensisCorbatita dominó: Sporophila collarisCuervillos: Plegadis chihi y Phimosus infuscatusCuis grande: Cavia apereaCulebra acuática lisa: Helicops infrataeniatusCulebra acuática overa: Helicops leopardinusCulebra panza rosada o de los camalotes: Liophis jaegeriEspinero grande: Phacellodomus ruberGarcita blanca: Egretta thulaGarza blanca: Egretta albaGato montés: Oncifelis geoffroyiGaviotín chico: Sterna superciliarisIpacaá: Aramides ypecahaJacana: Jacana jacanaJuan chiviro: Cyclarhis gujanensisLobo gargantilla o nutria gigante: Pteronura brasiliensisLobito del río: Lontra longicaudisMartines pescadores: Megaceryle torquata , Chloroceryle americana y C. amazona.Moloso común o murciélago cola de ratón: Tadarida brasiliensisMoloso chico o litoraleño: Eumpos bonariensisMonterita litoraleña: Poopiza cabanisiMurciélago leonado: Dasypterus egaMurciélago orejas de ratón: Myotis levisMurciélago pescador grande: Noctilio leporinusÑacaniñá de bañado: Hydrodynastes gigasPajonalera pico curvo: Limnornis curvirostrisPajonalera pico recto: Limnoctites rectirostrisPava de monte común: Penelope obscuraPitiayumí: Parula pitiayumiPollas o pollonas de agua: Gallinula chloropus y G. melanopsQuiyá o nutria: Myocastor coypusRana grande de las cardas: Argenteohyla siemersiRata nutria: Holochilus brasiliensis y H. chacarius.Ratón hocico rosado isleño: Bibimys torresiRatón del Delta: Deltamys kempiRayador: Rynchops nigerSapo buey: Rhinella schneideriTortugas acuáticas: Hydromedusa tectifera y Phrynops hilariiTuyuyú: Mycteria americanaVampiro común: Desmodus rotundusVarilleros: Chrysomus spp.Yacaré overo: Caiman latirostrisYaguareté: Leo oncaYaguarundí o gato moro: Herpailurus yaguarondi



19 de Enero de 2010

Comentarios



  1. #1   Banesa dijo: 13.06.2011 - 16:08hs Hay las islas de parana son hermosas ,quisiera vivir alla
    hay no me voy a ir a vivir alla ,o por hay me voy de vacaciones alla.
    Soy re cool la mas linda de todas las chicas jaja soy
    hermosa por supuesto como las islas de parana soy llo Bane.

  2. #2   Luciano dijo: 13.06.2011 - 16:14hs Son hermosas Las Islas de Parana, y el Rio de Parana me atrae
    las chicas de Parana son hermosas, quisiera ser el novio de alguna de ellas
    voy a festejar mis 18 alla

  3. #3   agustin dijo: 06.08.2013 - 22:48hs muy buena informacion

  4. #4   Pitito dijo: 07.05.2019 - 20:14hs Ta mas buena q el joacooo



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