En una original parodia y puesta en escena, miembros de la Red Yaguareté disfrazados de Yaguaretés se manifestaron en el Obelisco, en el centro de Buenos Aires, para exigir al gobierno nacional un presupuesto específico para evitar su extinción, la aplicación de multas efectivas a los cazadores furtivos y la puesta en vigencia real de un Coordinador a nivel nacional para salvarlos de la extinción.
Allí, entre una multitud de gente, hicieron público el pedido de un Coordinador Nacional eficiente y con dedicación exclusiva, la asignación de un Presupuesto Específico para el Yaguareté, la aplicación (y cobro) de Multas Serias para acabar con los infractores, que los Fiscales Federales defiendan a la especie en los tribunales y que se detenga realmente la Matanza de los últimos Tigres Criollos, que en la actualidad continúa impunemente.
También se entregaron folletos a los transeúntes para divulgar la realidad de los Manchados y se explicó a la prensa presente cuál es la situación actual de la especie.
Luego, caminaron hasta la sede central de la Administración de Parques Nacionales (APN) para dejar una nota solicitando a la Sra. Presidenta de dicho Organismo (legalmente responsable por el Yaguareté según la ley 25.463) una reunión para acercarle nuestras propuestas relacionadas con el perfil, dedicación y funciones del actual puesto de Coordinador Nacional para el MN Yaguareté y retomar la propuesta que se hizo en agosto del 2006 al anterior presidente de APN acerca de asignar al Yaguareté el mismo tratamiento y respaldo (administrativo y financiero) con el que cuentan las Áreas Protegidas que conforman el Sistema Nacional.
Se anunciaron nuevas manifestaciones más masivas hasta que efectivamente se avance hacia una protección real y efectiva de esta magnífica especie.
Los activistas alertan que solamente quedan menos de 250 ejemplares de Yaguareté o Jaguar en la Argentina, lo que los coloca al borde de la extinción.
Si bien existen leyes que los protegen, los yaguaretés siguen siendo cazados en las últimas selvas y bosques del norte, incluso llegan conocidos cazadores extranjeros para matarlos y tomarse fotografías con sus “trofeos” impunemente. Así, este felino imponente, el mayor del continente americano, ha desaparecido de casi todo el territorio nacional en los últimos 120 años, ya que llegaba a vivir hasta la provincia de Río Negro, en la Patagonia.
Fuente: El Paranaense
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