Un tamanduá en la Municipalidad de Puerto Rico, Misiones


Pese a la deforestación y transformación de su hábitat (la selva Paranaense) aún se lo puede avistar ocacionalmente en nuestra zona (Departamento Ltdor. Gral San Martín, Misiones, Argentina) Así ocurrió el pasado 21 de septiembre de 2010, comienzo de la primavera, en inmediaciones del edificio municipal de la ciudad de Puerto Rico, donde el animalito seguramente se encontraba buscando alimento, ya que su dieta se compone de hormigas, termitas, abejas, otros insectos y miel, principalmente.

El Tamanduacito no posee dientes, solo un pequeño orificio por el que con su delgada lengua introduce su alimento. Es por esta dieta específica, que su vida en cautiverio es muy difícil y mueren rapidamente fuera de su hábitat.

El Osito posee 4 grandes y poderosas garras en sus manos que son utilizadas para excavar y romper troncos secos, termiteros, hormigueros o panales. O para defenderse en caso de ser atacado, aunque el animal es pacífico y evita el contacto con humanos y otros animales.

Su coloración es amarilla beige, o pardo con manchas negras.Su peso varía entre los 3,5Kg y los 8Kg, siendo las hembras de menor tamaño. Es diurno y nocturno, terrestre y arbóreo, además de solitario.

En primavera tras una gestación aproximada de 150 días, nace una cría que es llevada en el lomo de la madre por un largo período de tiempo. Se refugia en huecos de árboles o en madrigueras en el suelo.

El Oso melero es otro de los animales Misioneros que han reducido drásticamente su población y que podrían seguir habitando nuestra provincia en armonía con los humanos si nosotros cambiáramos nuestra actitud destructiva hacia su hábitat y conserváramos un porcentaje mayor de la selva misionera para su supervivencia.

AMIGOS DE LA NATURALEZA DE PUERTO RICO

FOTO: SERGIO LOPEZ
TEXTO: JULIO STANG



24 de Septiembre de 2010

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