Rescatan cachorro de franciscana atrapado en redes de pesca

Autor: Lucas Rodríguez

El día martes 2 de noviembre pasado fue hallado en la zona de Playa Verde (Piriápolis, Uruguay) un pequeño cachorro de franciscana o delfín del plata (Pontoporia blainvillei) de sólo diez días de vida, atrapado en una red de pesca.

El mismo fue encontrado por una familia y presentaba algunas señales de daño físico provocados por sus intentos desesperados por escapar y algunas heridas de dientes, probablemente ocasionada por su madre al intentar liberarlo. Actualmente el ejemplar se encuentra siendo rehabilitado por la ONG Rescate Fauna Marina, cuyo director Richard Tesore refirió sobre el incidente que “es poco lo que se puede hacer cuando se atrapa en una red un ejemplar así”.

El experto explicó al Diario uruguayo “El País” que no es la primera vez que sucede este tipo de accidentes. En estos casos, la fundación lleva al animal a un área de cuidados especiales dentro del centro de rehabilitación "Laetitia D`Arenberg", en el cual se suministran los primeros cuidados. Para empezar, el cachorro está siendo alimentado con un compuesto que busca sustituir el alimento que provee la madre. “Es fácil darse cuenta de que recién había nacido porque le encontramos restos de cordón umbilical”, contó Tesore. Además agregó que ahora su vida dependerá de la “interacción afectiva” que el cachorro pueda desarrollar junto al equipo de trabajo de la ONG, que funciona con apoyo de la Dirección Nacional de Recursos Acuáticos de Uruguay. (Diario El País, sábado 6 de noviembre de 2010).

La Franciscana
La franciscana podría ser actualmente considerado uno de cetáceos más desconocidos y amenazados de Sudamérica. Se trata de un pequeño delfín de río de aproximadamente un metro y medio de largo y entre 35 y 60 kg de peso en ejemplares adultos y que debe su nombre vulgar a la coloración general amarronada de su piel que recuerda al hábito de esta orden religiosa. Se encuentra presente desde el sur de Brasil (estado de Espirito Santo) hasta Uruguay y Argentina, donde se lo halla en aguas del Río de la Plata y costas de Buenos Aires y Rio Negro.

Un rasgo bien característico de la especie es su largo y angosto pico, poblado a cada lado interno del mismo por entre 50 y 60 puntiagudos dientes, que le sirven para ingerir su principal alimento compuesto por peces (aunque también consumiría ocasionalmente algunos crustáceos y moluscos). Suelen ser animales solitarios o que realizan pequeños grupos familiares de hasta 5 ejemplares, aunque en épocas reproductivas pueden llegar a formar grupos de hasta 20 individuos. Nadan tranquilamente en aguas costeras, generalmente a menos de 30 millas náuticas de la costa y a diferencia de otros delfines, no suelen realizar saltos fuera del agua.

El período de gestación dura aproximadamente entre 10 y 11 meses y luego de este período paren solo una cría, de 55 a 80 cm de largo y entre 7 y 9 kg de peso. Es interesante señalar que la principal amenaza de la especie a lo largo de todo su rango de distribución es la captura incidental: los animales quedan atrapados en las redes de pesca agalleras e inevitablemente mueren ahogados, siendo los niveles de mortalidad registrados por esta causa muy altos.

En las costas de nuestro país se ha estimado anualmente la muerte de entre 400 y 800 ejemplares, mientras que en el resto de su área de dispersión (Uruguay y Brasil) podría llegar hasta los 2000 ejemplares por año. Estos números serían muy serios y alarmantes si tenemos en cuenta su tasa reproductiva acotada y su frágil estado de conservación.

Por ello debería generarse conciencia acerca del tendido de redes pesqueras en áreas de presencia de la especie y realizar un seguimiento constante para evitar que estos animales mueran ahogados por quedar atrapados en ellas. Si bien es muy difícil la cría y rehabilitación en cautiverio de esta especie, debido a que existen pocos antecedentes logrados con éxito, ojalá que este cachorro de pocos días de vida pueda adaptarse satisfactoriamente y seguir sorprendiéndonos con su presencia en las aguas costeras del Río de la Plata.



11 de Noviembre de 2010

Comentarios



  1. #1   claudia dijo: 12.11.2010 - 16:24hs hermosa historia

  2. #2   Gabriela dijo: 14.11.2010 - 14:35hs Ojalá quienes legislan, lleguen a comprender la importancia de conservar la biodiversidad, más allá de un individuo en particular.

  3. #3   Cornelia Hirsch dijo: 15.11.2010 - 09:17hs pues si, estoy de acuerdo. Ojala los pescadores hacen algo para proteger a estos pobres delfines para que no mueren ahogados y tengan mas cuidado pescando. Mejor si lo hicieran sin redes como antes para proteger nuestro mundo. Gracias

  4. #4   Anonimo dijo: 30.01.2011 - 10:37hs Los animales mas hermosos del planeta, las franciscanas, y los humanos como siempre las estamos aniquilando. Horrible, horrible, horrible. ¡Devuelvanle a la franciscana lo que es suyo por derecho invocado de la madre tierra olvidada!



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