Optar por las plantas nativas


Nada más lindo que despertarse a la mañana escuchando el canto de los pájaros, viendo mariposas de distintos tamaños y colores atravesar nuestro jardín y sentir el aroma de las flores multicolores que elegimos para nuestro hogar.

Dejar expandir la naturaleza dentro de nuestra casa es un estilo de vida que viene en alza y que trae muchas ventajas aparejadas. Por lo general, estamos acostumbrados a decorar este espacio con rosas, azaleas, jazmines, pensamientos, alegrías del hogar, ficus, entre otras plantas que nada tienen que ver con nuestro paisaje natural ni con nuestro país. Por eso, una forma de ayudar a nuestra naturaleza cada vez más amenazada por la urbanización, la deforestación, los monocultivos, es dejarla entrar en nuestra casa.

¿De qué forma?
Eligiendo para nuestro jardín aquellas plantas que son originarias del territorio del país en donde habitamos. Por ejemplo, en la zona ribereña de la provincia de Buenos Aires (Nordeste) existían dos formaciones: el talar y la selva ribereña.

El talar (en el alto) es la formación boscosa nativa característica en la que el tala, un árbol retorcido y espinudo se asocia a otras especies vegetales, tanto leñosas como herbáceas, y sirve de hábitat a una notable comunidad de especies animales. Entre las especies que lo acompañan podemos encontrar el molle, el sombra de toro, el algarrobo blanco, el aromo, el chañar, el malvavisco, la lantana, la Pavonia malvacea, la Salvia guaranitica (que atrae a muchos picaflores por su color violeta intenso) entre otras, además de varias especies de orquídeas y enredaderas.

La selva ribereña (bordeando el río) es una formación selvática propia de la llanura aluvial del Paraná y su delta con elementos que bajan de Misiones. Entre ellos se destaca el sauce criollo, el ceibo, el aliso de río, el curupí, el blanquillo, el mataojos, el ingá, el sarandí, como los ejemplos más notables.

Como ejemplo, la mariposa “bandera nacional”, una mariposa de gran tamaño blanca y de un celeste muy claro se alimenta exclusivamente del coronillo, un árbol que forma parte del talar pero que se encuentra cada vez más amenazado por la destrucción de estos bosques. Pero todavía es posible verla lo que significa que la planta sigue estando presente en los jardines de las grandes casas y en las reservas naturales.

¿Qué pasa con las especies exóticas?
Las especies exóticas no interaccionan con el ambiente y muy pocas son consumidas por la fauna. Al no existir un control natural (como parásitos o depredadores), estas plantas se comportan a veces como plagas y llegan a invadir enormes zonas haciéndose muy dificultoso su control y erradicación. Especialmente en las áreas protegidas urbanas esta invasión puede desvirtuar los ambientes originales obligando a un constante control.

Resumen
Dependerá entonces del espacio con que contemos para elegir las especies, pero si tienes un departamento o un pequeño jardín, no te preocupes ya que existen plantas para esos espacios reducidos que igualmente te permitirán mejorar tu calidad de vida y la de los que te rodean.

Por último, es importante mencionar que estos jardines cuentan con la ventaja de que casi no requieren mantenimiento ya que están adaptadas al ambiente y al clima local, son muy baratos a largo plazo y aumentan el encanto y valor de la casa.

Así que manos a la tierra y a llenar de colores nuestro hogar!!!



05 de Octubre de 2010

Comentarios



  1. #1   Marcelo Zanotti dijo: 29.10.2010 - 11:50hs Muy linda la nota. No hay que desestimar el uso de nativas en jardines tambien como reserva de germoplasma: si la especie desapareciera de su ambiente natural aumentaria la posibilidad de recuperarla con la carga genetica presente en algun patio. Y de extenderse su uso los patios ademas funcionarian como corredores biologicos.



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