Nuestros océanos: Por un futuro verde


El escenario medioambiental global plantea urgentes desafíos, que reclaman esfuerzos conjuntos entre los gobiernos, la sociedad y las empresas. Sobre todo si se considera que:

* Un cuarto del territorio del planeta se encuentra degradado y los hábitats terrestres se han fragmentado, amenazando la viabilidad de las especies y su habilidad para adaptarse.

* Alrededor de 130.000 km2 de bosques han sido habilitados en el planeta entre los años 2000-2010 para su uso agrícola. Esto reduce drásticamente los múltiples beneficios de los bosques (como secuestro de carbono, retención de suelos y regulación térmica, prevención de inundaciones, etc.), lo que afecta nuestra calidad de vida y reduce nuestro capital natural.

* Las zonas costeras constituyen el 18 % de la superficie del planeta y abarcan unos 400.000 km lineales. Albergan más del 60% de la población mundial (70 % de las ciudades de más de 1,6 millones de personas). Y con sólo el 8 % de la superficie marina, producen más del 25 % de la producción primaria global.

* A pesar de los avances, la protección de la zona terrestre y los hábitats costeros y marinos no es equilibrada ni suficiente. Menos del 1% del mar está protegido.

* La extraordinaria diversidad biológica marina y costera de la Argentina está en peligro por la degradación/fragmentación del hábitat y la sobreexplotación de las especies, en gran parte derivado de las actividades relacionadas con el rápido desarrollo costero y el reciente aumento de las actividades económicas deficientemente controladas.

* Los efectos generados por manejos inadecuados de las costas, como la contaminación, la erosión costera acelerada, el uso excesivo de sus recursos por sobre pesca, y el desplazamiento de especies nativas por especies invasoras, entre otros; amenazan la continuidad de su alta productividad y de su capacidad para albergarnos.

* Anualmente se sintetizan miles de compuestos orgánicos, en un estilo de desarrollo difícilmente sustentable. Además de deficiencias en el manejo de efluentes y residuos, varios de estos compuestos – a la larga – terminan siendo venenos conocidos; y los procesos para erradicarlos, imposibles de poner en práctica.

* Las emisiones a la atmósfera de gases y polvos en las grandes y pequeñas industrias, en el trasporte y en los hogares, tanto en las ciudades como en el campo, han generado ya alteraciones cada vez más sensibles en el clima global; y hay un creciente consenso en que los efectos de los gases de invernadero comenzarán a sentirse en los próximos años de manera cada vez más intensa.

Frente a este panorama ¿Cómo no comprender entonces la necesidad de que las Naciones Unidas eligieran Días conmemorativos para recordar que nuestro paso por el mundo esta signado por la responsabilidad y el cuidado que nuestro propio ambiente?

Así es que desde el año 1973, el 5 de junio de cada año, se celebra el Día Mundial del Ambiente, y a partir de 2009, cada 8 de junio, se celebra el Día Mundial de los Océanos.

A una década de iniciado el tercer milenio, la Fundación Patagonia Natural considera que los desafíos para recuperar un ambiente viable para nuestras sociedades y para una naturaleza saludable, reclaman que todos nos unamos para articular los esfuerzos locales y regionales en forma sostenida.

El gran ecosistema costero marino de la Argentina

Las aguas jurisdiccionales de la Argentina constituyen el Gran Ecosistema marino-costero Patagónico (GEMCP), siendo uno de los grandes ecosistemas costeros de importancia global. La línea costera de este ecosistema presenta una alta variedad geológica y climática que mantiene una biodiversidad de relevancia global. Este ecosistema marino sostiene grandes poblaciones de aves y mamíferos marinos de importancia mundial que se reproducen en las costas de la Patagonia , las islas del Atlántico Sur, y en zonas distantes tales como la Antártida y Nueva Zelanda. Esto incluye más de 80 especies de aves marinas, unas 50 especies de mamíferos marinos y más de 400 especies de peces. Por ejemplo, mantiene más de la mitad de la población reproductiva del Pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus), con más de 1 millón de parejas, más del 50% de las 600.000 parejas de Albatros de Ceja Negra (Thalassarche melanophrys); alrededor de 3.000 Ballenas Franca Austral (Eubalanea australis), que representan aproximadamente el 30% de la población mundial.

Influenciada por la corriente fría de Malvinas, que fluye hacia el norte, y en menor medida por la corriente cálida del Brasil que tiene dirección sur, esta zona del océano también mantiene una de las pesquerías comerciales más rentable del mundo, generando un volumen total promedio registrado de aproximadamente 1 millón de toneladas métricas por año desde mediados de los 90.

Muchas especies de aves y mamíferos marinos que se alimentan en este ecosistema y reproducen en las costas de la Argentina, forman enormes colonias en lugares específicos a los que regresan cada año. Estos incluyen una gran colonia de Elefantes Marinos del Sur en la costa de la Península Valdés, la mayor colonia del mundo de Pingüinos de Magallanes en Punta Tombo, y la mayor colonia existente de Pingüinos Penacho Amarillo en Isla de los Estados. Estas zonas costeras son de enorme importancia para la biodiversidad global. Asimismo, son áreas sumamente frágiles que están bajo la amenaza creciente de las actividades humanas poco controladas; y que necesitan de una protección efectiva.

En tal sentido, la Fundación Patagonia Natural está buscando una solución a largo plazo para revertir las amenazas a la biodiversidad costero-marina, mediante la expansión de la protección y la preservación de porciones significativas de su ecosistema costero-marino integrándolo en un Sistema Inter-jurisdicional de Áreas Protegidas Costero Marinas (Proyecto SIAPCM), usando un enfoque ecosistémico combinado con un manejo responsable de los recursos, con financiamiento adecuado para asegurar su sustentabilidad en el largo plazo.

Específicamente, el SIAPCM: a) facilita la creación de un Sistema Interjurisdiccional que reúne las autoridades nacionales y provinciales para coordinar en forma conjunta las Áreas Protegidas Costero Marinas (APCM) , y establece acuerdos y compromisos con los sectores productivos; b) aumentará el número y tamaño de las APCMs piloto, seleccionadas en base a su función ecológica de proporcionar beneficios inmediatos a la biodiversidad, y adoptará en ellas enfoques operacionales y financieros superadores; y c) desarrolla con los gobiernos y el sector privado una estrategia coordinada para aumentar la inversión para lograr la sustentabilidad del SIAPCM y el manejo efectivo de las APCMs.

Fuente: Fundación Patagonia Natural



10 de Junio de 2011

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