Los jardines de nuestras casas o las pequeñas reservas urbanas…

Autor: Méd. Vet. Claudia Nigro

En un planeta tan maltratado, en lo relativo a la conservación de los ambientes naturales y conociéndose con rigor científico, que las áreas protegidas no alcanzarían a garantizar la supervivencia de las especies; deviene imperioso crear espacios alternativos para colaborar en la conservación de lo que nos resta del patrimonio natural global o regional. Claro que conservar la fauna que aún sobrevive a duras penas, dependerá de la superficie disponible para hacerlo; sin embargo, toda escala es bienvenida, cuando se trata de ofrecer un lugar tranquilo, donde los animales silvestres puedan desarrollar su ciclo de vida y expresar su comportamiento biológico.

En ese sentido, los jardines de nuestros hogares, son espacios a rescatar. Pondré como ejemplo el de nuestra casa, modesto rectángulo de 10x16 metros, que actualmente funciona como “área protegida”…porque todas las especies son bienvenidas (aún los gatos domésticos de otros lares). En esa parcela diminuta, hemos llegado a registrar 26 especies diferentes de la avifauna, entre los visitantes y los que sobrevuelan el pedazo de cielo que nos toca. Los registros, no fueron realizados con rigurosidad científica, apenas hemos confeccionado un listado de amigos que, eso sí, fueron cotejados con la Guía de Aves de Narosky e Yzurieta.

Entre los habitués están: calandrias (Mimus saturninus), horneros (Furnarirus rufus), tacuaritas (Troglodytes aedons), carpintero real común (Colaptes melanolaimus), benteveos (Pitangus sulphuratus), torcazas (Zenaida auriculata), torcacitas comunes (Columbina picui), chingolos (Zonotrichia capensis), picabueys (Machetornis ruxosus), colibríes (Chlorostilbon aureoventris) y los inefables gorriones exóticos (Passer domesticus); entre los visitantes ocasionales tenemos, piojito común (Serpophaga subcristata), zorzales chalchaleros (Turdus amaurochalinus), pirinchas (Guira guira), tacuaritas azules (Polioptila durmicola), tijeretas (Tyrannus savana, migrador B), tordos renegridos (Molothrus rufoaxillaris), cabecitanegra (Carduelis magellanica), jilguero dorado (Sicalis flaveola). Hasta hemos sido visitados por un gorrión con leucismo parcial. Finalmente, escuchamos y seguimos en su vuelo sobre nuestra área, a teros (Vanellus chilensis), taguatós (Buteo magnirostris), caracolero (Rostrhamus sociabilis) chimangos (Milvago chimango), cotorras (Myopsitta monachus) y golondrinas ceja blanca (Tachycineta leucorrhoa). En 2010, hemos registrado una especie más, el suirirí real (Tyrannus melancholicus), que es un migrador B.

Por tanto, aunque de tamaño reducido, y aún sin los reconocimientos oficiales, nuestros jardines y patios, pueden ser refugios legítimos de fauna y flora. Sólo es cuestión de elegir especies vegetales nativas o autóctonas, versus las exóticas y proveer al lugar de agua fresca; con muy poco, los animales pueden interpretar que en esa pequeña pero cálida reservita, nada ni nadie los perseguirá. No hay gomeras, ni escopetas de aire comprimido, ni tala desenfrenada, ni soja en expansión, ni herbicidas para controlar yuyos resistentes…sólo algunos buenos seres humanos que podrán salir absueltos en el juicio final, que algún día nos harán, los animales y las plantas…Querido lector ¿y por casa, cómo andamos?

Autor: Méd. Vet. Claudia Nigro, Coordinadora Académica Cátedra Libre de Fauna Silvestre-Facultad de Ciencias Veterinarias- de Universidad Nacional de Rosario. Integrante del COA Refugio de Horneros-Casilda. Correo electrónico: claudia.nigro@gmail.com



26 de Septiembre de 2011

Comentarios



  1. #1   Celestina dijo: 26.09.2011 - 13:27hs Por casa pasan temprano los Celestinos, por Temperley...
    en realidad casa es una reserva en miniatura, algunas de las especies como los Pirinchos no han llegado...si otra q falta arriba y hay por estos lares son los Carpinteros que si suelen darse una vuelta...el jardín es una aparente maraña que tiene q ser manejada continuamente para dar lugar a las especies elegidas y a aquellas que vendrán..es un laboratorio y un refugio ..así andamos...

  2. #2   gjs205 dijo: 26.09.2011 - 14:53hs Y cuales son las plantas autóctonas de Avellaneda, quilmes, el sur de la capital...???

    Los gatos y perros no son contraproducentes??, cazadores, destructores...

  3. #3   Cristián Patricio dijo: 26.09.2011 - 17:10hs ¡Qué lindo artículo!. Sólo pensar en que nuestros patios y jardines sean pequeñísimos refugios legítimos de fauna y flora, me aviva las esperanzas que mis vecinos, los de allí y los de más allá...lleguemos a formar una interminable cadena social de proteccionismo. ¡ Qué felicidad !.

  4. #4   Cristina Oller dijo: 03.10.2011 - 00:34hs Yo me ponía contenta hace años, cuando empezaron a aparecer ejemplares de otras especies de las que habitualmente veíamos. Pero la alegría me duró muy poco al saber que provenían del destierro. Que su hábitat había desaparecido, que venían siendo corridas.
    En casa siempre tendrán cobijo. Gracias, que seamos muchos.

  5. #5   Juana Vera dijo: 05.10.2011 - 21:36hs yo no creo que haya animales destructores , algunos son cazadores porque está en sus genes y si no es asi hay que ser responsable del animal que tenemos en casa no olvidarnos de su alimento y agua limpia todos los días y podrán convivir en armonia con los pájaros del jardín y también con las plantas, claro que a veces hay que replantar el césped pero es parte del compartir.

  6. #6   gjs205 dijo: 18.10.2011 - 12:08hs Juana, por supuesto que los cazadores lo son porque deben serlo, pero estamos llenando el mundo de gatos y perros, y se rompe el equilibrio...yo amo los gatos, y tengo uno (una en realidad), y me cuesta mucho evitar que no aniquile todo lo que ve que se mueve, y está super alimentada, cuidada, duerme en la cama con nosotros, es de la familia, pero su instinto le indica como actuar. Y los sufren las mariposas, grillos, abejas, plantas (a veces), aves (si puede), mariquitas, etc. Amar la naturaleza no es amontonar de todo en cualquier lado, es sobre todo, cuidar los equilibrios naturales. saludos.



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