Lince ibérico: biología y conservación

Autor: Sergio Llorente Chico y Helena Moreno Colera

El lince ibérico (Lynx pardinus) es una especie endémica de la Península Ibérica, formada por España y Portugal. Es un carnívoro estricto de mediano tamaño que, en edad adulta, pesa unos 12,5 kg y presenta una longitud de 90 cm y una altura de 45 cm, siendo los machos generalmente de mayor tamaño que las hembras. Se caracteriza, al igual que sus compañeros del género Lynx, por tener un rabo corto, orejas con un mechón de pelos largos en su punta, conocidos como pinceles, y barbas.

Su sistema de apareamiento es generalmente monógamo y las hembras crían una vez al año. Tras el período reproductor, que transcurre entre enero y febrero, y una gestación de dos meses, las hembras paren entre marzo y abril en cuevas o troncos huecos camadas que pueden estar formadas hasta por cuatro individuos. Las crías, al nacer, son poco móviles y presentan una tasa de supervivencia muy baja. Después del desarrollo y crecimiento junto a la madre a lo largo de diez meses, los juveniles se dispersan buscando un territorio, coincidiendo con el inicio del nuevo periodo reproductor.

Especie crepuscular, solitaria y territorial, como otros grandes carnívoros del reino animal, es habitante del monte mediterráneo. Este ecosistema ocupa la mayor parte de la región mediterránea y se caracteriza por la presencia de especies botánicas xerófilas y generalmente perennes.

Históricamente la especie se distribuía en gran parte del territorio español, llegando a estimarse una población de 1.136 individuos de más de un año de edad en la década de los ochenta. Sin embargo, censos posteriores realizados en los años 2000 y 2004 indicaron una alarmante disminución del número de individuos, quedando solamente 160 y 100 ejemplares respectivamente. La mortalidad inducida por el hombre, debido entre otras causas a la caza furtiva, la fragmentación y la pérdida del hábitat por la construcción de infraestructuras o incendios, así como la baja densidad del conejo, clave en la alimentación de este predador, hicieron que el lince ibérico pasara a considerarse el felino más amenazado del planeta.

Aunque se tiene constancia de la presencia de ejemplares en otros lugares de manera ocasional, se considera que, desde 2002, quedan sólo dos poblaciones reproductoras en libertad en la Península Ibérica, localizadas ambas en el sur de España: una en el Entorno Natural de Doñana y otra en Sierra Morena. Según las últimas estimaciones, estas poblaciones suman un total de poco más de 200 linces, motivo por el cual la especie está catalogada por la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) “En Peligro Crítico” tanto a nivel nacional como internacional.

Esta situación alarmante de la especie ha hecho que, desde hace más de una década, se trabaje activamente para su conservación. En su hábitat (in situ) se han desarrollado tres proyectos LIFE Naturaleza, único instrumento financiero de la Unión Europea dedicado de forma exclusiva al medio ambiente. El objetivo del Life-Naturaleza es contribuir a la aplicación de las leyes europeas en relación a la conservación de los ecosistemas, las especies animales y vegetales de interés y los espacios naturales que están dentro de la Red Natura 2000, la red de espacios europeos protegidos.

El primero de estos proyectos, “Actuaciones para la conservación del Lince ibérico”, se desarrolló entre 1994 y 1999 a nivel estatal. Se centró en la vigilancia y el seguimiento de las áreas de distribución para mejorar el conocimiento sobre las poblaciones, sus riesgos y amenazas, así como controlar y evitar la mortalidad no natural. Además, se iniciaron campañas de sensibilización y educación ambiental. Posteriormente, entre los años 2002 y 2006, se desarrolló el segundo proyecto bajo el nombre de “Recuperación de las poblaciones de Lince ibérico en Andalucía”. La Consejería de Medio Ambiente de esa Comunidad impulsó una serie de iniciativas encaminadas a recuperar su hábitat natural, minimizar las muertes por causas no naturales y estudiar la evolución de las poblaciones de lince ibérico y su presa principal, el conejo europeo.

A pesar de las tareas realizadas, la especie seguía estando en una situación crítica. Por ello, en el año 2006, fue aprobado un tercer Proyecto Life Naturaleza: “Conservación y reintroducción del lince ibérico en Andalucía”. Los objetivos marcados para este nuevo período de trabajo, que finaliza en el presente año, fueron: incrementar el número de individuos, promover la creación de una nueva población, favorecer la recolonización natural en su distribución histórica y aumentar la variabilidad genética de las poblaciones existentes. Para ello, se están llevando a cabo mejoras en su hábitat dirigidas principalmente a la recuperación de las poblaciones de conejo europeo. También se están realizando traslocaciones, intercambio de individuos entre las dos poblaciones, para reducir la consanguineidad, y campañas de información para favorecer las actitudes positivas hacia la conservación del felino. Se espera que este proyecto permita garantizar la viabilidad de la especie.

Por otro lado, dentro de la Estrategia Nacional para la Conservación del Lince Ibérico, aprobada en 1999, se contempla la cría en cautividad (conservación ex situ) como una herramienta para su conservación. El objetivo es establecer una población cautiva viable desde el punto de vista sanitario, genético y demográfico que sirva para mantener una reserva de animales como salvaguarda ante una posible extinción y, a su vez, preparar ejemplares adecuados para su reintroducción en la naturaleza. En la actualidad existen en España tres centros de cría: “El Acebuche”, ubicado en el Entorno Natural de Doñana, Huelva; “La Olivilla”, en el municipio de Santa Elena, Jaén; y el Zoobotánico de Jerez, un centro asociado. A lo largo de este 2011 se inaugurará un nuevo centro de cría en Granadilla, Extremadura, que se sumará al ya existente en Silves, Portugal. Todos estos centros trabajan en conjunto para coordinar a la totalidad de individuos cautivos como una única población. En el año 2005, el nacimiento de la primera camada en cautividad de lince ibérico marca un antes y un después en la conservación ex situ, consiguiendo sacar adelante 45 de los 77 cachorros nacidos hasta la fecha.

La liberación en diciembre de 2010 de cachorros nacidos ese mismo año en cautividad para la creación de una nueva población lincera en libertad, no sólo aúna los esfuerzos de ambos tipos de conservación, in-situ y ex-situ, sino que marca el camino a seguir: el de la esperanza, el compromiso y el trabajo en conjunto para salvar al lince ibérico de la extinción y poder seguir disfrutando de esta bella especie animal en libertad.

Fuentes:

* http://www.lifelince.org/
* http://www.lynxexsitu.es
* www.marm.es
* Estrategia Nacional de Conservación del Lince Ibérico. Comisión Nacional de Protección de la Naturaleza. Diciembre, 2004
* Atlas y Libro Rojo de los Mamíferos Terrestres de España. Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno Español. 2003.



17 de Enero de 2011

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