Kenton Miller: "Conservar los espacios protegidos no es un lujo sino una necesidad"


El presidente emérito de la Comisión Mundial de Áreas Protegidas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Kenton Miller, ha advertido hoy de que la conservación de los espacios naturales "no es un lujo sino una necesidad porque aportan servicios vitales para el hombre".

Miller ha inaugurado un seminario internacional sobre la gestión de los espacios naturales en un mundo cambiante, organizado por la Junta de Andalucía en Sevilla, y en el que ha recordado que el V Congreso Mundial de Parques, celebrado en 2003 en Sudáfrica, censó 104.000 espacios naturales protegidos en el mundo, que cubrían el doce por ciento de la superficie terrestre del planeta.

En el seminario de Sevilla, en el que participan un centenar de expertos y gestores medioambientales, pretende fijar unas recomendaciones sobre la obligada adaptación de la gestión de los espacios protegidos al desafío del cambio global, que engloba los impactos que la acción humana está causando en la naturaleza.El componente más conocido del cambio global es el cambio climático, pero también incluye los impactos derivados de la contaminación, los cambios en los usos del suelo o la llegada de especies exóticas, entre otros.

El representante de la UICN ha destacado a la prensa que los espacios protegidos no son sólo enclaves para el ocio o la investigación sino que también suministran "bienes básicos para el hombre, como el agua dulce, la depuración de residuos, el filtrado del aire o la producción y mejora de alimentos o medicinas" y que, además, "mantienen procesos fundamentales para que el planeta funcione".

Por ello, ha opinado en su ponencia que la misión de las administraciones es asegurar que estos lugares, "a menudo únicos en el mundo", se preserven cuidadosamente para que sigan realizando sus funciones básicas para el hombre y mantengan su papel de "lugares preferidos para la recreación y la inspiración, y valiosos por sus valores culturales y espirituales".

Sin embargo, ha advertido de que el cambio global amenaza a estos espacios únicos "de los que muchas especies han comenzado a dispersarse" por el aumento de la temperatura, la aridez o la subida del nivel del agua y todas "se dispersan con mayor rapidez que en el pasado y en diferentes direcciones".Además, muchas de estas reservas naturales son "demasiado reducidas" para especies que necesitan grandes territorios de campeo o emigran largas distancias, algunas sólo preservan un único ecosistema y muchas "están aisladas y rodeadas de cultivos, plantaciones forestales, asentamientos humanos e infraestructuras, hostiles a la vida silvestre", por lo que ha recomendado conectarlos mediante corredores ecológicos por los que circulen las especies.

También ha abogado por que la comunidad científica "se anticipe" a los efectos del cambio global con actuaciones como cartografiar los territorios a los que ya emigran varias especies, adecuarlos a la llegada de millones de animales o conservar muestras biológicas de especies en peligro de extinción.

El "bajo nivel de perturbaciones antrópicas" de muchos de estos espacios también los convierte en observatorios únicos para seguir los efectos del cambio global en la calidad del aire y del agua o en las modificaciones en la distribución y el comportamiento de comunidades vegetales y animales.Respecto al coste de la conservación de estos ecosistemas, Miller ha pedido que se comparen con los beneficios que aportan al hombre y ha recordado que estados como el brasileño de Minas Gerais, el estadounidense de Nueva York o Costa Rica ya cobran a los usuarios el agua que consumen, procedente de montañas protegidas cercanas, ingresos que se podrían extender a la captación de CO2 o el mantenimiento de los ciclos naturales que prestan estos ecosistemas.

Fuente: www.ideal.es
 



12 de Abril de 2010

Comentarios



  1. #1   Joseph Conrad dijo: 19.04.2011 - 10:19hs De hace años está claro que la conservación de la naturaleza es una de las necesidades no satisfechas de ese gran " ecosistema " que constituyen los Derechos Humanos. Con los años he perdido el optimismo en el sentido de que con compañas de Educación Ambiental se puede introducir cambios en la conducta humana que favorezcan no sólo la convivencia de animales en sus ambientes; también la convivencia de ideas y acciones en armonía entre humanos y que si efectivamente contribuyan a mantener opciones abiertas en el futuro.
    ¿ Cómo ?
    Adoptando que los Parques Nacionales y Reservas equivalentes constituyen espacios adecuados para la " inspiración " es regresar al modelo de algunos que cansados de l ruido de la vida mundana fueron a vivir en contacto con la naturaleza, en una caverna y luego de años de observación casi accidental del medio se transformaron en sabios que anotaron recomendaciones para la generación siguiente. Marx explica muy bien lo de los motivos inspiracionales que crean condiciones obligatorias para la conservación de la naturaleza.
    He aquí que mi optimismo nuevamente flaquea; muchas recomendaciones, directrices prácticas y ensayos temerarios con resultados magros.
    En mi época de estudiante las áreas protegidas no superaban las 1500 en todo el mundo. ¿ son suficientes las 25.000 de hoy ?
    Creo que crecimiento no es desarrollo.
    Y la conservación de la naturaleza adquirio el error del consumismo: CRECER.
    En fin, dicho de otra forma, mucha comida chatarra. De donde se deduce que muchos ambientes protegidos no ofrecen la calidad nutritiva para ser representativos de espacios para inspiración,culto y afines.



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