Investigan en Bolivia acelerado deterioro de Áreas Claves para Conservación de la Biodiversidad


Una gran parte del territorio boliviano, aproximadamente el 69%, cuenta con ecosistemas bien conservados y funcionales.

Sin embargo, un estudio revela que las áreas de prioridad clave para la conservación de la biodiversidad y el medioambiente están en un proceso acelerado de deterioro, donde se muestran a las tierras bajas como las más afectadas.

La investigación publicada bajo el título “Prioridades de Conservación de la Biodiversidad en Bolivia. Cuidando a la Madre Tierra”, de Robert Müller, Mauricio Ballesteros, Christoph Nowicki y Pierre Ibishc; muestra escenarios futuros para las áreas claves para la conservación del medioambiente y la biodiversidad en el país.

A solicitud del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP), el trabajo fue realizado con recursos económicos del Fondo Mundial para el Medio Ambiente y el apoyo de Conservación Internacional y The Nature Conservancy.

Las proyecciones muestran un considerable deterioro potencial de los ecosistemas en tierras bajas, mientras que en el altiplano y en los valles mesotérmicos se mantendrían relativamente estables en relación a su actual estado de conservación.

En la actualidad, el 50% del territorio boliviano tiene una importancia sobresaliente por las funciones ecológicas que suceden en estos ambientes, especialmente, en áreas húmedas y boscosas.

En los escenarios de potenciales amenazas para las áreas de prioridad clave de conservación, se identificó a la intensificación de la actividad ganadera o por uso de pastizales naturales para sistema agrícolas en la zona de las sabanas del departamento de El Beni.

El estudio también identificó otra área de prioridad clave bajo amenaza futura que se ubica entre la región de la Amazonía, en los bosques de Guarayos y en la zona de la actual área protegida Pedro Ignacio Muiba, donde la mayor presión es por conservación del bosque para tierras de uso agrícola o ganadero.

El área de los bosques de El Chore y el área de prioridad clave ubicada entre las actuales áreas protegidas Amboró y Carrasco, entre los departamentos de Santa Cruz y Cochabamba, sufren una alta presión de ocupación territorial para la habilitación de tierras agrícolas.

Igualmente, el área de prioridad clave Amboró-Carrasco enfrenta una fuerte presión por la actividad ganadera desarrollada en la región de los valles Mesotérmicos, debido a la incursión del ganado hacia el bosque húmedo de Yungas de Vandiola, así como la potencial ampliación de cultivos de coca.

En los bosques amazónicos del norte del departamento de La Paz y el noreste del departamento del Beni, se ubica una interesante área de prioridad clave coincidente con las áreas protegidas Madidi y Pilón Lajas, en este sector la mayor amenaza futura es el avance de la frontera agrícola de una forma no planificada, ni manejada, revela el estudio.

Para establecer los escenarios s futuros y amenazas, se elaboró un análisis de las tendencias de deterioro de los ecosistemas, en el cual se indica el estado probable de conservación en el año 2015. Se tomó en cuenta el estado actual de conservación, las proyecciones de densidad poblacional y las proyecciones de construcción de infraestructura civil, así como, las tendencias de deforestación en tierras bajas.

Para analizar las amenazas más urgentes que enfrentan los grandes ecosistemas de Bolivia, el mapa del estado de conservación fue cruzado con un mapa de uso probable, pero no sostenible del suelo. El mapa resultante identifica áreas amenazadas por un reemplazo del ecosistema natural, por otra forma de uso.

En el trabajo de análisis, los investigadores consideraron los cambios de uso de suelo proyectados, los cuales no necesariamente cumplen con la aptitud de uso de suelo, ni la planificación de ordenamiento territorial de las diferentes zonas administrativas de Bolivia. Por esta razón, el análisis pretende brindar una alerta temprana para que se puedan atender de manera proactiva las potenciales amenazas a los ecosistemas.

Se realizó un análisis en analogía con el método del estado actual de conservación, considerando una proyección futura de los mismos indicadores próximos directos, es decir, centros poblados, vías de acceso, deforestación, y en lugar del mapa de patrones de uso actual de la tierra se utilizaron escenarios de uso probable de la tierra.

La proyección de deforestación se basó en las tendencias de deforestación observadas durante los últimos diez años, evaluando modelos de cobertura de bosque basados en imágenes satelitales. También se elaboró un escenario negativo de uso del suelo, basado en la aptitud de suelos, así como las tendencias observadas de manera empírica.

Estos cambios proyectados se definieron considerando sólo las actividades agropecuaria y forestal, considerando el uso de suelo probable y negativo que se daría a los diferentes ecosistemas aún intactos en caso de ocupación humana no guiada por una planificación territorial.

La proyección final del estado de conservación se pensó en un horizonte temporal de diez años, con el propósito de ofrecer anticipadamente escenarios cualitativos del estado de conservación, y ofrecer pautas para la conservación de ecosistemas que en el futuro podrían ser degradados en todo el territorio nacional.

FUENTE | www.bolivia.com



25 de Julio de 2012

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