Los especialistas señalan que la concepción actual del zoo exige cambios que el predio de Palermo difícilmente pueda realizar; la pedagogía, la preservación y la recreación de los hábitats naturales para las especies, pilares del nuevo modelo.
La muerte de Winner , el oso polar que habitaba en el zoológico porteño hasta hace una semana, obligó a autoridades, especialistas y público en general a replantearse la existencia de estos predios.
Lejos de las jaulas pequeñas con gruesos barrotes que caracterizaron a los zoológicos de antaño, en la actualidad se propone un modelo de zoo con recintos grandes, que asemejen los hábitats originales y permitan a sus ocupantes moverse con comodidad. Según los expertos, la educación y la conservación de las especies son los pilares fundamentales que estos espacios deben defender. En esa dirección apunta un informe elaborado en 2004 por la Asociación Mundial de Zoos y Acuarios (WAZA, por su sigla en inglés), para el que los zoológicos y acuarios de todo el mundo deben estimular ese tipo de actividades y tener como objetivos la preservación y la reinserción de las especies en peligro.
"En la idea actual de zoológico prima lo educativo y tener muchos ejemplares de pocas especies", dijo Eduardo Haene, naturalista y docente de Ecoturismo, en la Tecnicatura de Turismo Rural de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Haene resalta la función de conservación de los zoológicos, que así se convierten en lugares ideales para la procreación. "Hay casos en que los hábitats están en problemas y, por eso, las especies tienden a desaparecer; una opción es sacarlos de allí y criarlos y multiplicarlos en un recinto creado para ello", agregó.
La opinión de Haene coincide con la de Fidel Baschetto, quien se desempeñó hasta la semana pasada como presidente del Colegio Veterinario de la ciudad de Córdoba. Baschetto, autor del libro Repensando los zoológicos de la Argentina , resaltó también la importancia de la investigación y la recreación."Si un zoológico mantiene animales cautivos y no los estudia, no cumple su rol. La investigación es un pilar básico; otro es la recreación, que se dignifica si es recreación educativa", afirmó.
Para el director de la Fundación Vida Silvestre Argentina, Diego Moreno, el entretenimiento va de la mano de la educación . Desde su organización promueven los zoológicos como espacios en los que los ciudadanos pueden entrar en contacto con especies a las que, de otra manera, no podrían conocer. Así, lo que empieza como un paseo puede convertirse en una experiencia de conocimiento de la problemática de las especies.
Para ello, Moreno recalca la importancia de que los recintos recreen los hábitats naturales. En este sentido, opina que el zoológico de Buenos Aires tiene pocas posibilidades de cumplir con ese objetivo, ya que por tratarse de un Monumento Histórico Nacional no permite grandes cambios estructurales. Según Moreno, el zoológico que más se acerca a un modelo ideal es Temaikén.
Entre las voces opositoras a la conservación de los zoológicos se escucha la de Andrei Chtcherbine, guardaparque de la Reserva de Pilar. En junio presentó un proyecto en la Legislatura porteña en el que proponía que el predio de Palermo se convierta en un jardín ecológico. Allí las actividades se centrarían en la rehabilitación para la futura reinserción de animales que fueran víctimas del tráfico ilegal. En su opinión, el concepto mismo de zoológico es caduco. "El 80% de los animales de los zoológicos sufren de zoocosis, que se produce por el estrés de estar encerrados y fuera de su hábitat natural. Por más trabajo que se haga, nunca van a estar tan bien como en su lugar natural", afirmó.
Todos los consultados coincidieron en la necesidad de que en estos lugares se privilegie a las especies nativas por sobre las exóticas. "Presenté un plan que apunta a reformular la colección actual de animales, con la fauna argentina por sobre la del resto del mundo", explicó Claudio Bertonatti, actual director del zoo porteño. "Yo heredé un zoo con una colección de animales que jamás saldría a buscar por mí mismo", dijo con relación a la institución que dirige, y explicó que hay especies cuyo hábitat y alimentación natural es muy difícil de mantener.
Recordó que en el predio se trabaja en programas de recuperación de fauna autóctona y que ya liberaron más de cien especies de aves. Además, trabajan con distintas organizaciones para encontrar un lugar de destino adecuado para animales que en ese predio no se pueden mantener. Entre ellas, se encuentra Libera!, una ONG barcelonesa que lucha por los derechos de los animales. "Entre el zoo que tenemos, con casi 125 años, y el zoo que queremos para el futuro hay una transición ineludible que no se recorre en pocos días ni mágicamente", afirmó.
Mientras tanto, la polémica por la muerte de Winner sigue en pie y reclama cambios urgentes en el zoo porteño. En esa línea, diferentes grupos que se oponen a los zoológicos se manifestaron el viernes 28 en la puerta del predio de Palermo. Durante la protesta, los manifestantes agredieron físicamente a uno de los guardias de la entrada, pintaron en paredes y carteles, rompieron los micrófonos de la boletería y doblaron barrotes de una reja. Según el director del zoo, "de esa manera no se defienden los derechos de los animales. Algunos piden que liberemos a los animales de un día para otro, pero eso es imposible; nacieron y se criaron en cautiverio, no sabrían mantenerse por sí mismos. Sería lo mismo que dejarlos morir".
Fuente: La Nación
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