Existen en el mundo unas 18 especies de pingüinos. Algunos habitan las gélidas aguas y hielos de la Antártida, como el Pingüino Emperador, lugar indispensable para su existencia. Otros pueden desarrollar su vida en latitudes más calidas y agradables, como el Pingüino de las Galápagos que vive en las islas homónimas. Todas las especies habitan por debajo del ecuador, en el hemisferio sur.A lo largo del litoral patagónico, en las playas y en las islas e islotes cercanos a la costa, nuestro país tiene el particular privilegio de albergar a una especie que abandona el mar para cumplir parte de su ciclo biológico. Es el Pingüino de Magallanes o Patagónico (Spheniscus magellanicus), que todos los años repite su "colonización" de una porción de tierra, usualmente la misma, y una pareja, también la misma, para poder reproducirse luego de un exhaustivo viaje que implica cerca de 4.000 kilómetros de nado para obtener alimento.
La invasión de pingüinos
El que nunca observó un pingüino en nuestro país, es por que seguramente no ha visitado los numerosos puntos de la geografía costera argentina en donde miles de pingüinos de Magallanes construyen sus nidos. Punta Tombo, en Chubut, con cerca de 175.000 parejas reproductivas, es la colonia que más difusión tiene, incluida una "vigilia de los pingüinos" que se realiza en septiembre de todos los años. Pero también se cuentan como lugares para la observación de estas aves Estancia San Lorenzo, Caleta Valdés y Cabo Dos Bahías, en la misma provincia, Monte León y Cabo Vírgenes en Santa Cruz, el Golfo San Jorge, compartido por ambas provincias patagónicas y la Isla Observatorio, en la Isla de los Estados, entre otros.
Las zonas de elección para nidificar por lo general cuentan con vegetación baja, como arbustos, donde los más trabajosos de a poco lo convierten en un lugar confortable para la pareja. Otros directamente cavan una zanja al aire libre, sin cobertura, y allí esperan por su pareja. En este ambiente, en donde los nidos suelen estar cercanos, no faltan las peleas por el robo de material para la confección o por el territorio. Son enfrentamientos en donde el perdedor, si no escapa a tiempo, puede terminar ensangrentado.
Los machos, que suelen ser mayores, con el pico mas robusto y la frente mas pronunciada que la hembra, no dudan en defender su lugar de cualquier invasor, por lo que no es aconsejable acercarse a su nido, ya que por mas que parezcan sociables y estén acostumbrados a la presencia de los turistas, cuando giran la cabeza de lado a lado y la tuercen tiernamente, en realidad están estudiando la distancia necesaria para dar el certero golpe con su afilado pico. Ya con la pareja unida (se reconocen por el sonido en medio de una multitud de graznidos) comienza la época de apareamiento. La conducta normal de apareo suele ser el entrecruzamiento de sus picos en forma rápida, enfrentarse e inclinar la cabeza moviéndola en círculos, vocalizaciones y dar vueltas alrededor uno de otro. Finalmente el macho se coloca encima de la hembra uniendo sus cloacas.
Los juveniles, menos expertos y llamativamente mas curiosos, rondan el lugar en grupos de solteros. Comenzarán a reproducirse recién a los cuatro años de vida promedio. Luego de la puesta, generalmente dos huevos grandes y blancos, la pareja se alterna con bajadas al mar para alimentarse en la costa. Permanecen largos períodos en el nido incubando y se los puede observar, en los días más calurosos, con el pico abierto para poder liberar algo de calor generado por sus herméticos cuerpos, preparados para retener y regular al máximo la temperatura como si fuera un traje de neoprene.
Los pichones
Luego de 40 días de incubación, en las primeras semanas de noviembre nacen los pichones. Una vez salidos del cascarón, suelen ser muy demandantes de comida a sus progenitores. Es la etapa en que el lugar se llena de chirridos y voces estridentes. Los esforzados padres se turnan para buscar el alimento que incluye anchoitas, pejerreyes, calamares y sardinas (pueden transportar hasta un kilo de alimento). El que permanece de la pareja vela mientras tanto, por la seguridad de la nidada. Los predadores que suelen estar al acecho son la Gaviota Cocinera y la Gaviota Austral, quienes suelen robar también los huevos y los Skúas y el Petrel Gigante del Sur, quienes directamente pueden atacar a los pichones y juveniles.
Entre los mamíferos, el Zorro Gris y el Hurón predan los nidos, hecho que obliga a los padres a estar alerta noche y día. Sólo imaginemos la situación de estar hambriento, a la espera de la pareja para poder salir a alimentarse, y a la vez tener que estar atento y preparado para cualquier acción que insuma energía, sumado todo esto a soportar la demanda constante de las crías. Esto demuestra claramente el enorme esfuerzo que realizan estas aves para poder dejar descendencia. Así lo hacen las otras especies de pingüinos, como el ya citado Pingüino Emperador, que soporta hasta 50 grados bajo cero para poder criar.La crianza dura cerca de 100 días y dependiendo de la cantidad de alimento disponible, los padres suelen dejar a un pichón de lado para concentrar toda su energía en el otro, por lo que muchas veces sobrevive sólo uno. El grueso plumón con el que nacen se va desprendiendo y mudan a un grisáceo más esbelto y brillante que les permite realizar sus primeras inmersiones. La emancipación sucede cuando ambos padres se retiran a su migración anual, que los llevará según distintos autores, por las costas del sur de Brasil y a otros hacia aguas más australes.
A mediados de enero, los pichones, que para esta época ya habrán realizado algunos buceos, tienen la prueba de fuego. Deberán orientarse, convertirse en eximios nadadores y seguir a los grupos de pingüinos hacia las zonas de alimentación. Los predadores marinos como orcas y lobos serán sus principales amenazas, junto con la disponibilidad de alimento en altamar, que deberá ser suficiente y estar en el lugar esperado. A veces los cardúmenes de peces, por diversas circunstancias se mueven, lo que representa más tiempo y energía en su búsqueda. En otros casos las pesquerías comerciales causan mortandad incidental (redes enmalladoras y de arrastre) o compiten directamente por los recursos alimenticios. Pero esos no son los únicos inconvenientes.
Un grave problema en el caminoMuchas embarcaciones que suelen transitar por el mar argentino y otras latitudes, sufren accidentes o desperfectos que liberan al mar hidrocarburos pesados y persistentes. Sustancias contaminantes que muchas veces no son denunciadas a las autoridades, por lo que grandes manchas de petróleo quedan a la deriva. Otros procesos son crónicos, como las operaciones marítimas y los efluentes industriales y urbanos que arrojan líquido de centinas, gas oil, kerosén y naftas. El proceso de limpieza es lento y por lo general permanecen en la superficie del mar un largo tiempo. El grupo de pingüinos que atraviese la zona contaminada quedará irremediablemente impregnado de la sustancia, que queda adherida a sus plumas. Que sucede entonces? Mencionábamos anteriormente que las plumas retienen el calor corporal y lo asimilábamos a un neopren.
Si pinchamos un traje de estas características el agua fría ingresa y se pierde la capacidad de mantener la temperatura. Esto sucede en el cuerpo de los pingüinos; no pueden retener el calor por la falta de impermeabilidad en la zona manchada y sufren de frío. Se ven obligados entonces a salir del agua para no morir de hipotermia. Fuera del agua les es imposible conseguir alimento, se deshidratan y mueren de hambre. La ingestión o inhalación de hidrocarburos puede también ocasionarles la muerte, ya que acicalan sus plumas constantemente.
Este problema no es nuevo y afecta a gran cantidad de estas aves (entre 1982 y 1991 unos 40.000 individuos murieron por contaminación) como a otras colonias de aves y mamíferos marinos. Por lo tanto es imperioso:
- Aplicar las normativas de forma más estricta al tránsito de embarcaciones (ordenanza Nº 11/97 P.N.A). Colocar veedores a bordo y realizar sobrevuelos habituales sobre zonas sensibles de paso de mamíferos y aves marinas.- Exigir a las autoridades como Prefectura y los ministerios de Medio Ambiente de la Nación y de cada una de las provincias, planes de contingencia y más controles.- Denunciar cualquier hecho de contaminación urgente, sin dejar pasar tiempo.- Colaborar con las ONGs que se encargan de limpiar y recibir a los animales afectados.- Efectuar actividades de educación y concientización ambiental.
El pingüino de Magallanes goza de buena salud y la especie todavía tiene una población abundante, pero no hay que caer en la antigua creencia de que los recursos y las especies son ilimitados, y que por eso no debemos preocuparnos. Ahora hay que poner atención en cada uno de los factores que los afectan, tratar de remediarlos y comprender que el lugar de estas aves en el ecosistema es tan importante como nosotros mismos.
Diego G. Ferrer: dgf_info@yahoo.com.ar
Comentarios
#1 lukas dijo: 02.03.2011 - 20:29hs eeee no sale las espesies q habitan en santa cruz
#2 JULI dijo: 11.04.2011 - 16:39hs DE Q LUGAR L PUBLICASTE??
#3 kiki dijo: 02.05.2011 - 20:03hs no sale como retienen el calor corporal!!!!!!!!
#4 agus dijo: 03.05.2011 - 14:42hs cierto no sale
#5 candela dijo: 10.08.2011 - 15:17hs como es el ambiente del pinguino de magallanes
#6 luna dijo: 01.07.2012 - 14:26hs cual es el ambiente del pinguino durante su época de alimentación?