Una excelente noticia: reapareció la lagartija del Nihuil (Liolaemus rabinoi)

Desmostrando la capacidad de resistencia de la fauna al impacto del hombre, una de las especies de reptiles de la Argentina en situación más crítica y que tratamos con su respectiva ficha en Los que se van. Tomo 1, con un dibujo de Gerardo Teo, reapareció gracias al esfuerzo de un grupo de biólogos en un sector algo distante del área donde se habían obtenido y observado en la década de 1970 los ejemplares que permitieron describir a la especie como nueva para la ciencia al gran herpetólogo italo-argentino José Miguel Cei.

Se impone por parte de las autoridades una urgente protección del área y a la vez esto obliga a redoblar los esfuerzos para ubicar especies que por su tamaño y hábitos pueden pasar desapercibidos fácilmente antes de ser declaradas extintas.

Casos similares serían entre los anfibios el de la rana Hypsiboas varelae conocida solo de un ejemplar de la zona de Río de Oro, en el este de Chaco, la rata Gyldenstolpia fronto-chacoensis de la misma área, y la lagartija de los exploradores Liolaemus exploratorum que fue colectada a fines del siglo XIX en algún lugar de la estepa patagónica del oeste de Chubut o Santa Cruz. En estos casos, por el tiempo transcurrido y por el criterio de precaución los conservacionistas debemos advertir la falta de nuevos registros como una señal de alerta, justamente para que se movilicen investigadores idóneos para ampliar las exploraciones.

En este caso, es una gran alegría este hallazgo y lo sería más aún si se protegiera el área donde la especie fue hallada y el excedente fiscal de los médanos del Nihuil que hoy son usados para actividades deportivas con motos y autos todo terreno de alto impacto.

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