Proponen el 31 de octubre como Día de la Conservación de la Naturaleza


Un proyecto presentado a la Cámara de Diputados de la Nación establece esa posibilidad en honor al naturalista Juan Carlos Chébez.

El diputado nacional por Misiones, Timoteo Llera, presentó un proyecto que establece declarar el 31 de octubre como "Día de la Conservación de la Naturaleza Argentina", en honor a la fecha de nacimiento del naturalista Juan Carlos Chébez.

Aquí, el proyecto presentado y que aguarda tratamiento en la Cámara de Diputados de la Nación:

Fundamentos
El día propuesto como fecha donde en todos los Establecimientos escolares primarios y secundarios de la Argentina hagan tomar conciencia a los niños y jóvenes de la patria del valor de la Conservación de la Naturaleza y en general a toda la población del país, es el 31 de octubre, día del nacimiento del naturalista Juan Carlos Chebez (1962-2011), gran conservacionista, defensor de las especies amenazadas de nuestra fauna y de las áreas naturales protegidas, fallecido tempranamente, a la edad de 48 años, en el pasado mes de mayo del corriente.

Juan Carlos Chebez nació en Martínez Provincia de Buenos Aires y siendo un niño se interesó por la naturaleza, con especial vocación, ya que desde los primeros años de la escuela secundaria hizo sus primeras armas desarrollando una agrupación, en dicho ámbito, destinada a conservar la naturaleza en Argentina, siendo adolescente empezó a colaborar con la ONG Vida Silvestre y ante lo que él consideraba una pérdida de tiempo cursando estudios universitarios, dedicado en plena militancia vocacional se dedicó entonces a través de la acción a concretar metas a favor del medio ambiente.

Comenzó a trabajar y llegó a ser Director de Conservación en los comienzos de la Fundación Vida Silvestre Argentina y luego ocupó cargos directivos en las principales organizaciones no gubernamentales del país dedicadas a la conservación, fue Presidente de la Asociación Ornitológica del Plata (hoy Aves Argentinas) y fue por una década Director del Área de Biodiversidad de la Fundación de Historia Natural Félix de Azara. Fue nombrado Profesor en la Universidad CAECE y Profesor Honorario en la Universidad de Buenos Aires. Fue partícipe en la creación de los Congresos Nacionales de Conservación de la Biodiversidad.

Y si bien su formación técnica, como se expresó, no fue universitaria, se especializó con grandes hombres de ciencia de nuestro País y alcanzó niveles de especialización sorprendentes, fruto de su inteligencia privilegiada y de su constancia en los estudios.
Dejó más de 250 artículos científicos publicados sobre la fauna y los ambientes naturales de la Argentina, lo que demuestra la valía de sus conocimientos científicos y prácticos, a lo que deben agregarse centenares de artículos de divulgación siempre sobre la temática descripta.

Escribió varios libros, entre ellos: Los mamíferos silvestres del archipiélago fueguino (en coautoría con Elio Massoia, 1993), Los que se van. Especies argentinas en peligro (primera edición 1994, convertida rápidamente en un "clásico", tuvo una segunda edición ampliada en tres tomos, 2008), Fauna misionera (1996), Reservas naturales misioneras (en coautoría con Luis H. Rolón, 1998), Reptiles de los parques nacionales de la Argentina (en coautoría con Jorge Williams y Nicolás Rey, 2005), Guía de las reservas naturales de la Argentina (5 tomos, 2005-2006), Los mamíferos silvestres de la provincia de Misiones (en coautoría con Elio Massoia y Andrés Bosso, 2009), Otros que se van (2009), Aves de Misiones (en coautoría con Roberto Guller, 2009), después de tan grande labor sobre los vertebrados, alcanzó a publicar dos libros sobre botánica en Nuestros árboles (en coautoría con Mariano Masariche, 2010) y Árboles de Misiones (2011).

Merece destacarse especialmente "Los que se Van" con el subtítulo de "especies argentinas en peligro", un compendio impresionante y bien fundamentado sobre las diversas problemáticas de la fauna y los ecosistemas de Argentina, tenía tan solo 32 años de edad cuando se publicó y el libro se convirtió no solo en un éxito, sino en un verdadero clásico en la temática, libro de cabecera y de consulta frecuente para todos los sectores relacionados con el medio ambiente.

Su enorme obra, "Guía de las Reservas Naturales de Argentina" en 5 tomos (Patagonia Norte, Patagonia Austral, Noroeste, Nordeste y Zona Centro) tiene el valor de relevar todas las áreas naturales protegidas de Argentina, muchas con mapas, fotos y diversas infografías y proponer para cada Provincia Argentina, lo que a su criterio tendría que ser consagradas como tales, así no menos de 800 nuevas áreas son mencionadas para crearse debido a sus características ecológicas, paisajísticas, por sus endemismos y/o relacionadas con la cultura local, dejando de este modo un mensaje y un compromiso a asumir por las generaciones futuras.

También se dedicó a la poesía y el folklore, donde la fauna y los paisajes de nuestro país son el gran foco de su atención, llegó a presentar un C.D. con sus canciones (letra y música) donde destaca preferentemente los motivos del Nordeste, aunque también se inspira en canciones del sur para intentar proteger al guanaco y otras especies amenazadas. En este sentido fue a su vez amigo y el último discípulo del más grande del folklore argentino: Atahualpa Yupanqui y conservaba una amistad muy especial con otro grande como Don Luis Landriscina.

Siempre en sus conferencias y presentaciones de libro ponía la frase de A. Yupanqui "El Hombre es Tierra que Anda" porque él, en su visión grande la conservación consideraba imprescindible al hombre, relacionado con su cultura y su espacio geográfico y decía que si extinguía el algarrobo también desaparecería la chacarera santiagueña o el yacaré traería las mismas consecuencias para el chamamé correntino. Fue en estudioso de todo el folklore nacional y sus colecciones deben ser las más completas e importantes de la Argentina y del Río de la Plata.

Trabajó también en la Administración de Parques Nacionales, donde fue Director de Conservación, Director de la Delegación Técnica NEA, con asiento en la ciudad de Puerto Iguazú y Asesor de la Presidencia de la APN. También en el ámbito gubernamental fue Director de Ecología de la Municipalidad de San Isidro y Asesor del Ministerio de Ecología, Turismo y Recursos Naturales Renovables de la provincia de Misiones.

Fue socio de la Asociación Herpetológica Argentina (A.H.A.) y de la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM). Fue miembro de la CN PPA (Commision of National Parks and Protected Areas) de la IUCN (Unión Mundial para la Naturaleza y sus Recursos), del IUCN/SSC Deer Specialist Group, y del IUCN/SSC South American Reptiles and Amphibians Specialist Group.

Ante el deterioro ambiental que sufre la Argentina, como parte de un contexto global, al cual no escapa ninguna Nación, es imprescindible propiciar la toma de conciencia sobre el cuidado de la naturaleza, de nuestros recursos naturales renovables y no renovables.
Y sobre todo del valor enorme de las distintas ecoregiones de Argentina, ya que somos especialmente ricos en paisajes y biodiversidad, situación que trae aparejado el desarrollo de una Industria tan importante como es el Turismo para la economía local, y también para la cultura y la vida de las comunidades de pueblos originarios.

Tomar conciencia sobre el problema es el primer gran paso para la búsqueda de soluciones y alternativas que ayuden a revertir la tendencia mundial y local.

Intentar enumerar los problemas ambientales de nuestro país sería una tarea casi imposible, pero a modo de ejemplo citamos algunos:

- Deforestación. A principios del siglo XX había poco más de 100 millones de hectáreas de bosques y selvas. En la actualidad quedan poco más de 30 millones. En un siglo, perdimos dos tercios de nuestro capital forestal.

- Expansión de las fronteras urbanas, en mucho menos de 100 años la ciudad de Buenos Aires, duplicó su superficie territorial a expensas de espacios verdes y áreas silvestres.

- Incendios, fueron cerca de 10 millones las hectáreas incendiadas anualmente en la ecorregión del Monte durante la última década y de 2 a 4 millones las quemadas anualmente en el Chaco Húmedo.

- Amenazas para la fauna autóctona: caza y comercio ilegal, y destrucción de sus hábitats. Tenemos en Argentina unas 985 especies de aves, 345 mamíferos, 297 reptiles, 156 anfibios y 710 peces, esto representa una riqueza en biodiversidad impresionante. Del total más de 500 de todas ellas están amenazadas.

- Sobrepesca. En 1991 las capturas totales de peces marinos y mariscos rondaban las 500.000 toneladas. En 1998 se extrajo más del doble. En 2008 se declaró la crisis pesquera nacional en torno a la merluza, el principal recurso pesquero de la Argentina.

- Derroche del agua. Una canilla que pierde una gota por segundo desperdiciará unos 30 litros por día y el agua potable será un bien muy importante en el futuro.

- Contaminación del agua. El Estado Nacional estimó que diariamente se arrojan al Río de la Plata más de 2 millones de m3 de aguas servidas sin tratar y otro tanto de efluentes industriales solo desde el área metropolitana de Buenos Aires.

- Desertificación. Son más de 60.000.000 las hectáreas afectadas por erosión del suelo nacional (a las que se suman unas 650.000 cada año).

- Acumulación desmedida de residuos. De acuerdo con sus datos, el CEAMSE recibe unos 5 millones de toneladas por año de desperdicios sólidos. Sólo la Ciudad de Buenos Aires arroja un promedio de 5.000 toneladas de basura por día. En la Provincia de Buenos Aires, además, se generan más de 50.000 toneladas anuales de desechos peligrosos y existe una gran incertidumbre acerca de cómo se disponen o liberan.

- Incremento del uso de plaguicidas. En las últimas décadas, el uso de plaguicidas superó los 100 millones de litros. Pocos imaginan también la enorme cantidad de incidentes por intoxicación (tanto en animales silvestres como en personas) por su uso inadecuado.

- Invasores biológicos. Hay más de 300 especies de plantas y no menos de 50 de animales exóticos introducidos que actúan en contra de la fauna autóctona o local.

Por lo tanto la declaración de un día en el calendario dedicado a la Conservación de la Naturaleza Argentina contribuirá a que exista en el año una jornada dedicada especialmente a la reflexión de los problemas ambientales de nuestro país y a la toma de conciencia a través de actividades en establecimientos educacionales públicos y privados, en los medios de comunicación y en la sociedad en su conjunto.

Juan Carlos Chebez significa en Argentina la persona que fue capaz de unir las ideas al hecho concreto, fue el gran impulsor en la creación de áreas naturales protegidas, como por ejemplo: la Reserva Natural Estricta, Silvestre y Educativa de Otamendi en Buenos Aires, la Reserva Natural Educativa de Colonia Benítez en el Chaco, de los Parque Provinciales de Misiones Urugua-í, Cruce Caballero, Piñalito, Teyú Cauré, etc. y la reserva de Biosfera Yabotí y tuvo la visión de proponer el primer proyecto de planeamiento bio-regional de Argentina y la región, conocido como "Corredor Verde" también en la provincia de Misiones, donde se consiguió transformarlo en realidad mediante la Ley 3.631, reglamentada por decreto 25/01, entre muchas otras.

Todo lo anteriormente mencionado lo ubican como uno de los naturalistas más importantes que tuvo nuestro país junto a figuras de la talla de Francisco P. Moreno, Eduardo Ladislao Holmberg o Enrique Hudson o Juan B. Ambrosetti y sin dudas el mayor difusor y protector de la fauna y los ambientes naturales, en la historia de la Argentina.

Por eso consideramos que el día de su nacimiento es la fecha más propicia para ser declarada Día de la Conservación de la Naturaleza Argentina, en su justo homenaje.

Es por ello que solicito a mis pares que, me acompañen con su voto.

Fuente: El Paranaense



31 de Octubre de 2011

Comentarios



  1. #1   Prof. Roberto Mario Zimberoff dijo: 02.11.2011 - 08:40hs Me parece muy bién que como parámetro del "amor a la naturaleza" que cada habitante de este mundo debería desarrollar, se instale un día recordatorio. También que el referente sea el naturalista Juan Carlos Chébez. Pero deberíamos tener conciente que lo fundamental es el trabajo que cada uno debemos hacer como MULTIPLICADORES de la conciencia y responsabilidad individual y comunitaria.
    El cuidado de nuestro ambiente natural como UNICO Y VERDADERO HOGAR COMÚN DE LA HUMANIDAD EN TODO EL UNIVERSO.
    Personalmente desarrollé y dirigí un proyecto educativo durante más de veinte años donde uno de los temas centrales era el desarrollo de la responsabilidad conservacionista pero no solamente por el conocimiento sino también por el sentimiento y la vivencia. Diseñe una Escuela de Remo, Nautica y Vida en la Naturaleza para niños y jóvenes (una joya de la educación social)la deje en el 2009 pero sigue funcionando con docentes que preparé personalmente para la continuidad.
    Ahora estoy tratando de continuar con otro proyecto altruista y voluntario que estoy tratando de encarar en el Delta con el apoyo informal de la Prefectura Naval de Tigre fundamentalmente de su Jefe mediante una agrupación para navegantes llamada AGRUPACIÓN DELTA de apoyo pero es tan duro dado que la comunidad no entiende o sospecha del altruismo. Bueno seguimos adelante. Si alguien quiere colaborar TE 48559091



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