Nació el 19 de octubre de 1908 en Madrid (España), hijo del zoólogo y paleontólogo Ángel Cabrera.
Vino a la Argentina en 1925, cuando su padre es contratado para trabajar en el Museo de La Plata. A los 18 años, en 1926, realiza con su padre un viaje de más de dos meses por la Patagonia con el objetivo de recoger vertebrados, insectos y fósiles. Es en este viaje donde descubre su pasión por la botánica al recolectar material de herbario.
Más tarde recibe clases de Augusto Scala y de Lorenzo R. Parodi, a quien consideraría su maestro. Parodi lo tuvo además como jefe de Trabajos Prácticos de su cátedra en la Universidad de La Plata.
Cabrera se doctoró en Ciencias Naturales. Fue profesor de Botánica, Latín y Nomenclatura científica, Fitogeografía y Ecología vegetal. Fundador y Presidente de la Sociedad Argentina de Botánica (1945-47) y fue editor de su revista, el Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica. También fue Vicedecano de la Facultad de Ciencias Naturales (1957-58), Junto con Raúl Ringuelet, establecieron la primera licenciatura en Ecología de la Argentina en la Universidad de la Plata, a finales de los años 60.
Fue encargado del Departamento Científico de Plantas Vasculares del Museo de La Plata, miembro del CONICET desde 1966 y director del Instituto de Botánica Darwinion, en San Isidro, desde 1976 hasta 1982. Miembro de las Academias Nacionales de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, de Agronomía y Veterinaria y de Ciencias de Córdoba.
También fue miembro de sociedades de Historia Natural y Botánica de otros países.
Su actividad investigadora se centró en la taxonomía, pero también fue fundamental para el avance de la ecología y la fitogeografía en su época. Estaba especializado en la familia de las Compuestas, aunque también describió varias floras regionales y publicó unos 250 textos especializados, como Botánica (1938) y Manual de la Flora de los alrededores de Buenos Aires (1953), Flora de la provincia de Buenos Aires (1963-1970) de la Colección Científica del Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA) y Flora de la provincia de Jujuy, República Argentina (1978), ambas realizadas con la colaboración de varios colegas, entre otras, además fue editor de las revistas Darwiniana y Hickenia.
Describió varias especies de plantas desconocidas para la ciencia y le dedicaron más de 50 especies vegetales como reconocimiento. El doctor Ángel Lulio Cabrera recibió numerosos premios durante su vida, tanto en el país como en el exterior.
En la Revista Vida Silvestre que edita la Fundación Vida Silvestre Argentina, del año 1994, se reproduce una entrevista que le hiciera Mariana Lomé, de la misma extraemos las siguientes palabras:
“…De pronto se oía el lamento del viento que se acercaba. Tenía que asegurarme de que no se volara nada, el aullido se acercaba cada vez más, y de pronto…la calma: el viento había elegido otra quebrada para escaparse. Con las aves había que tener mucho cuidado: no podía estirar la piel del cuello, porque si no se corría el riesgo de transformar una lechuza en un cisne. Y todo este trabajo, claro, bajo la mirada exigente de mi padre. En cambio para trabajar con las plantas me llevaba cartones y cintas para prensarlas, las tijeras de podar, un poco de pan para el almuerzo y caminaba todo el día. Ese lugar (Patagonia) tan diferente a las montañas de España, era algo encantador, uno se sentía dueño del mundo. La soledad en la naturaleza es hermosa, embriagadora…”
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