Nota en Clarín sobre La Fidelidad


Más de 40 organizaciones ambientalistas y sociales iniciaron una fuerte campaña para que sea convertido en Parque Nacional un inmenso campo que ocupa 250 mil hectáreas en las provincias de Chaco y Formosa, tasadas en millones de dólares, y cuyo propietario fue asesinado en enero. Buena parte del área, en El Impenetrable, todavía se halla virgen, por lo que allí se encuentran árboles ya casi inhallables en otras zonas del país, como también animales en serio riesgo de extinción, como el yaguareté.

El problema es que, luego del homicidio, aparecieron pretendientes a la sucesión, que se presenta muy intrincada y podría llevar muchos años. Y la Legislatura chaqueña sancionó una ley que pretende impedir todo tipo de explotación en la zona que es resistida.

Los hermanos Manuel y Luis Roseo habían comprado La Fidelidad en los 70 a la familia Born. Llevaron siempre una vida austera, y así continuó Manuel después de la muerte de Luis, en 1984. Hasta el 13 de enero pasado, cuando fue asesinado, junto con su cuñada, en su sencilla casa de Castelli.

Desde entonces, las ONGs instan a los gobiernos provinciales y nacional a proteger con urgencia esa región, ante los riesgos de intrusión, de caza furtiva y de extracción clandestina de madera.

La primera iniciativa en este sentido había sido del conservacionista Juan Carlos Chebez, a mediados de los 90, cuando estaba a cargo de la delegación NEA de la Administración de Parques Nacionales (APN). La propuesta del chaqueño Carlos Leoni -ex intendente del Parque Nacional Pilcomayo y colaborador de Chebez- incluye un relevamiento aéreo: el 65% son montes, el 25% abras con pastizales, y el 10% bañados y desierto.

Es una muestra representativa del Chaco semiárido, entre los ríos Teuco o Bermejo y Bermejito. Hay una importante diversidad de formaciones vegetales, en especial de algarrobo, palo santo, vinal, cardón y palma caranday. Lo que más entusiasma a biólogos y naturalistas es que la zona posee poblaciones de mamíferos que en Argentina se hallan en estado crítico de conservación, como el yaguareté, el gato onza, el chancho quimilero, el oso hormiguero gigante, el tatú carreta y el tapir.

Ya en enero, luego del crimen, el ministro de Turismo, Enrique Meyer -de quien depende la APN- envió una nota al gobernador chaqueño, Jorge Capitanich expresándole el interés por encarar "la preservación de un lugar emblemático que resulta de vital importancia para la región". Roseo mantenía cuantiosas deudas bancarias e impositivas y la compra -entiende Meyer- podría financiarse combinando estas obligaciones, con donaciones de las ONGs.

El 6 de julio, la Legislatura chaqueña sancionó una ley que pretende impedir todo tipo de explotación al declarar "reserva de recursos" la parte chaqueña, por entender que en un futuro "debería formar parte de un parque provincial". El gobierno de Formosa no se ha expedido más que para anunciar que recategorizará 30 mil de las 100 mil hectáreas como zona roja según la Ley de Bosques.

La medida de los diputados chaqueños no sólo es resistida por los presuntos sucesores de Roseo. "La Fidelidad tendría que haber sido declarada "de interés provincial y sujeta a expropiación", y hacerse un depósito judicial a la cuenta. Pero así como está, esta ley es un engañapichanga", dice el conservacionista Leoni.

Autor: Sibila Camps
Fuente: Diario Clarín, 25 de julio de 2011



26 de Julio de 2011

Comentarios



  1. #1   Sebastián Fusco dijo: 25.08.2011 - 01:11hs Estaría bueno que pusieran el nombre de la autora de la nota.



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