Chubut busca tener la mayor Reserva de Biósfera


El Gobierno de la Provincia del Chubut, a través de la Secretaría de Turismo y Áreas Protegidas, presentó días pasados ante el Ministerio de Ambiente de la Nación el proyecto final para postularse para la obtención de un nuevo sello internacional de Reserva de Biósfera de la UNESCO. Este martes fue elevado por Nación hacia la UNESCO en Francia.

A partir de un convenio celebrado entre la Secretaría de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut y el Centro Nacional Patagónico (CENPAT) se desarrolló el proyecto y la realización del formulario de postulación, coordinado por la Secretaría de Turismo y ejecutado por el investigador del CENPAT Pablo García Borboroglu.

Al respecto, el secretario de Turismo y Áreas Protegidas del Chubut, Carlos Zonza Nigro, señaló que “esta postulación se enmarca en nuestro Plan Integral de Conservación, donde nos planteamos como objetivo central dentro de esta gestión al menos duplicar la cantidad de hectáreas bajo figuras de conservación para lograr tener un 10% de nuestro territorio protegido”. Y subrayó: “Nuestro sistema de áreas protegidas nos ha permitido crecer en la industria del turismo. Apuntamos a continuar ligando el turismo con el desarrollo sustentable y la conservación; sabemos que es la clave para el futuro y el ordenamiento para el presente”.

Además indicó que “conservar no significa prohibir el desarrollo, sino hacerlo de modo sustentable, que nos permita que el turismo siga siendo una parte esencial de nuestra economía pero también que garanticemos el mismo acceso y disfrute a las próximas generaciones”.

Por su parte, el investigador García Borboroglu señaló que “el proyecto de Reserva de Biósfera nació hace un año y medio aproximadamente, a partir de conversaciones que tuvimos con el secretario de Turismo, Carlos Zonza Nigro, y con el propio gobernador Martín Buzzi. La idea era darle otro nivel de protección a toda un área que antes se consideraba separada” y destacó que “cuando uno ve el mapa se da cuenta que es un área muy extensa que va desde la Ruta 3 hasta las 24 millas náuticas; esto es mucho de continente y de océano”.

Además destacó que el contexto político actual da lugar al desarrollo de estas iniciativas en términos de conservación y señaló que “es un buen momento, a veces estamos 30 años remando y no se puede, y ahora estamos avanzando mucho gracias al impulso del gobernador y del secretario de Turismo”.

Sobre los inicios

La idea surgió a partir del área Punta Tombo, teniendo en cuenta que es la reserva más grande del mundo de pingüinos de Magallanes y no tiene ningún tipo de protección en el área del mar. “Los pingüinos son aves marinas, así que si queremos proteger el recurso debemos protegerles la comida a los pingüinos”, indicó García Borboroglu quien además es el presidente de la Asociación Global Penguin Society, entidad de renombre internacional.

“A partir de allí empezamos a avanzar y surgió la idea desde el Gobierno de crear una Reserva de Biósfera que englobe a Tombo. Así que empezamos con algo chico y terminamos con una reserva de 3,1 millones de hectáreas, la más grande de Argentina, y con tres núcleos: el área marina Tombo, un área intermedia desde Cabo Raso hasta la Bahía de Camarones, y el tercero es el Parque Interjurisdiccional Marino Costero”, detalló. De este modo concluyó el proceso participativo de elaboración del formulario de cerca de 200 páginas y obtuvo el aval de Parques Nacionales, el Ministerio de Ambiente de Nación y Cancillería de Nación, además de las adhesiones de la intendenta de Camarones, Ramona Rosales, y del intendente del Parque Marino, Germán Solveira. A través del Ministerio de Ambiente de la Nación hoy se elevó la postulación a Francia para su revisión; así en julio de 2015 Chubut estaría recibiendo la mención de la UNESCO.

La mayor biodiversidad

Al incluir Punta Tombo y el Parque Marino Costero, este proyecto resultó ser el sector costero de Argentina de mayor biodiversidad del país, con 53 especies de mamíferos terrestres, 190 especies de algas, 84 especies de aves, ambientes marinos únicos y mucho más. “Camarones es el único asentamiento humano dentro de la Reserva de Biósfera, es una población pequeña que se va a beneficiar mucho con esto, por ejemplo al incluirle el sello a la lana Camarones”, afirmó el investigador. Lo innovador en esta figura de Biósfera -a diferencia del Patrimonio de la Humanidad- es que no es sólo protección, sino que implica la conservación de recursos y la realización económica de quienes viven ahí. “Esto surge desde la propia UNESCO, con una concepción de incorporar a la gente a que conviva con los recursos y los sepa usar, propiciando un desarrollo sustentable y no sólo la protección de los valores existentes”, afirmó García Borboroglu.



03 de Octubre de 2014

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