Antecedentes: Parque Nacional La Fidelidad I

Autor: Carlos Leoni

Artículo escrito por Carlos Leoni y publicado el 2 de agosto de 1998 en Diario Norte.

Las represas del Bermejo y los derechos del Chaco

El gobierno nacional tiene previsto llamar a licitación el 21 de septiembre las obras de represamiento de Las Pavas, Arrazayal y Cambarí, en la Alta Cuenca del Río Bermejo. El anteproyecto definitivo ya está en poder de la COREBE.

Es indudable que la ejecución de estas obras causarán un gran impacto ambiental en toda la cuenca de este río. Los efectos principales se notarán aguas abajo, es decir en la Baja Cuenca del Bermejo, que comprende principalmente a nuestra provincia y a Formosa.

Como ambientalistas nos preocupa que a la fecha no se co­nozcan estudios de impacto ambiental en el curso medio e infe­rior, derivados de las regulaciones de los caudales. También es de tener en cuenta que no se han previstos, en los costos que demandará la obra, los correspondientes a los efectos de miti­gar los impactos de que sufrirán aguas abajo por la erosión de las márgenes, como la protección a localidades (por ejemplo Presidente Roca) puentes, (ejemplo Fortín Lavalle), rutas (Ruta Pro­vincial Nº 3), caminos, etcétera. Es importante que se aclare quién será el responsable de ello. Tratándose de un emprendi­miento binacional ¿sólo la Argentina correrá con estos costos?

No se conocen estudios de cómo variará la sedimentación que provoca el río ‑problemática en la actualidad‑ y que según los especialistas aumentará debido al mayor transporte y erosión que causarán las aguas limpias que se producirán a partir de los represamientos. (Hay especialistas que opinan que la sedimen­tación retenida en los embalses los colmatará en breve tiempo ‑antes de lo calculado que hará no redituable el emprendimien­to).

Esta gran acumulación de sedimentos es el resultado del sobrepastoreo al cual se somete a la Alta Cuenca del Bermejo (Territorio Boliviano).

En nuestra provincia, además de los impactos señalados, de­bemos tener en cuenta que la regulación de los picos de creciente como de estiaje, generarán importantes modificaciones a nuestros ecosistemas.

La Nación al realizar estas obras debe firmar acuerdos con las provincias afectadas por las mismas con la finalidad de compensación. El articulo 41 de la Constitución Nacional dice...”El daño ambiental generará prioritaria mente la obligación de recomponer, según lo establezca la ley". La misma Constitución en su articulo 124 última parte expresa: "Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales" Nuestra Constitución Provincial en el artículo 38 titulado "Ecología y Ambiente” hay 12 items con este prefacio: “Es deber de los poderes públicos dictar normas que aseguren básicamente: destacándose sobre este tema los siguientes: 1) "La preservación, protección y recuperación de los recursos naturales y su manejo a perpetuidad" 2) La armonía entre el desarrollo sostenido de las actividades productivas, la preservación del ambiente y la calidad de vida. 8) La exigencia de estudios previos sobre impacto ambiental para autorizar emprendimientos públicos y privados. 11) La sanción a autoridades y personas que infrinjan la presente norma, y la condena accesoria a resarcir y/o reparar los daños ambientales .

El artículo 50 referente a recursos hídricos dice “Ratifica los derechos de condominio público sobre los ríos limítrofes a su territorio, podrá concertar tratados con la Nación , las provincias, otros países y organismos internacionales sobre el aprovechamiento de las aguas de dichos ríos..” " "

Llamativo silencio

Llama la atención que nuestro Poder Ejecutivo como el Legis­lativo no se interesen convenio que se deberá firmar, principalmente con la Nación.

Esto debe hacerse antes del inicio de las obras. Corremos el riesgo que nos ocurra como Yacyretá, que pese a que las obras realizadas‑ y a realizarse - nos afectan y se utiliza un recurso que también nos pertenece, nos han negado el derecho de usu­fructo y de compensación. Considerando que el daño ambiental que se producirá corresponde una compensación también de tipo ambiental‑ conforme a nuestra Constitución‑ presenté un trabajo con una propuesta a la COREBE , para que la Nación cree un Parque Nacional en la Baja Cuenca del Bermejo. Esta área natural protegida, per­mitirá preservar un rico ecosistema representativo de la región chaqueña. En los estudios realizados en 1997 por Ariel Soria, Javier Lima y Juan Carlos Chebez, técnicos de la APN leemos: "En la actualidad, el Chaco es considerado como una de las ecorregiones de Latinoamérica y el Caribe con mayor prioridad a nivel regional para la conservación de su diversidad biológica. Asimismo este ecosistema ha sido clasificado como "vulnera­ble" debido a la pérdida de hábitats, la transformación acelera­da del paisaje, el creciente grado de fragmentación y los inci­pientes esfuerzos de conservación de pastizales sabanas y bos­ques que lo constituye (Dinerstein et. al. 1995).

Otros estudios e investigadores de esta región opinan: "La re­gión chaqueña es uno de los biomas mas ricos en Sudamérica en términos de diversidad natural. Contiene una gran heteroge­neidad ecológica, con diferentes características edáficas, cli­máticas, geomorfológicas y de flora y fauna" (Karlín et. al 1994).

Pese a estos antecedentes nuestra provincia sólo cuenta con: el Parque Nacional Chaco, de 15.000 hectáreas , la Reserva Es ­tricta Colonia Benítez de sólo 7 hectáreas y el Parque Provin­cia¡ Pampa del Indio de 8.644 hectáreas .

Existe la promesa de la Nación de concretar la reserva de Laguna El Palmar, de 5.513 hectáreas pero a la fecha no se concretó.

De acuerdo con estos datos, las áreas naturales protegidas en la provincia sólo representan el 0,01 de su superficie, por­centaje indudablemente ínfimo. Países del “Primer Mundo" como Estados Unidos y Japón llegan a proteger más de 5% de sus superficies. Otros alcanzan hasta el 16%. En el III Congreso Mundial de Parques en Bali (indonesia) en 1982 se fijó como objetivo principal ampliar la red mundial de áreas protegidas hasta el 10% de todas las regiones ecológicas terrestres.

La propuesta presentada tiene por objetivo general preservar un ecosistema de la región biogeográfica del Gran Chaco Americano con su biodiversidad, fisonomía y manifestaciones autóctonas, con el objetivo especifico de recuperar áreas que se encuentran algo modificadas por el hombre. volviéndolas a su estado prístino Esta previsto determinar un área de conservación estricta, reservada a la investigación científica y a la creación de un banco de germoplasma, Delimitar una zona para el desarrollo de actividades de educación ambiental y eco­turismo.

Es de esperar que el Poder Ejecutivo, como los legisladores se preocupen por este tema y el Chaco reciba como compensa­ción la creación de estas áreas naturales protegidas que garan­tizarán como dice nuestra Constitución “La preservación, pro­tección, conservación y recuperación de los recursos naturales y su manejo a perpetuidad.”



19 de Julio de 2011

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